El tiempo no perdona, pero en el caso de Cristiano Ronaldo, parece haberlo transformado. A sus 40 años, el astro portugués se muestra ante los medios como un hombre renovado. En la rueda de prensa previa a la final de la Nations League entre Portugal y España, llevada a cabo en el majestuoso Allianz Arena de Múnich, Cristiano exhibió una calma que contrasta con la tensión que lo caracterizaba en sus años en España. Su lenguaje corporal —sonrisas, bromas y guiños— delata que está disfrutando cada momento en el campo, enfrentándose a rivales con la mitad de su edad. Es otro Cristiano, más sereno y sabio, un veterano saboreando cada instante.
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Lamine, el ídolo juvenil
En el encuentro con la prensa, uno de los temas estrella fue Lamine Yamal, una joven promesa que, a sus 17 años, está listo para protagonizar un duelo generacional con Ronaldo. El portugués, fiel a su estilo didáctico, solicitó protección para el joven talento, conocido cariñosamente como ‘El Niño’. «Dejad crecer a Lamine tranquilamente.» Con estas palabras, Cristiano invitó a dejar al joven desarrollarse sin presiones, al igual que lo haría un sabio jardinero con una planta prometedora pero frágil. Comparó la situación con la de su propio hijo, quien también sigue los pasos futbolísticos.
La magia de la nueva generación española
Cristiano destacó la calidad de la selección española, siempre entre las favoritas gracias a su imponente historia. «España no es solo Lamine. Tiene una generación joven increíble con futbolistas como él o Pedri, y un seleccionador que está haciendo un trabajo muy top.» Para Ronaldo, este es un duelo de titanes: una España revitalizada frente a una Portugal que él mismo lidera con garra y corazón.
El presente es su mejor compañero
Cristiano habló de su enfoque vital en esta etapa de su carrera: «Ahora me dedico a vivir el presente y no pensar demasiado en el futuro. Estoy disfrutando.» Sin apresurarse a poner fecha de despedida, el luso vive cada partido como una obra maestra en la que él es el protagonista. Es una actitud que resuena con el famoso dicho español: «Que corra el aire.»
Sobre su posible participación en el Mundial de Clubes y la experiencia de compartir terreno de juego con Messi, Ronaldo mostró su humor característico: destelló simpatía al mencionar invitaciones pasadas y el respeto mutuo que comparte con la leyenda argentina.
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En cuanto a las probabilidades de que Portugal y España ganen el próximo Mundial, dejó claro que, aunque España tiene una larga historia de victorias, él está enfocado en disfrutar el camino más que el destino final. Al final de la conferencia, Cristiano se despidió radiante, demostrando que, aunque el tiempo pase, su pasión y dedicación al fútbol son eternas. No regala un esfuerzo en el campo ni una hora de sueño para recuperar su cuerpo, pero su mirada delata a la persona detrás del mito: un gigante del fútbol que sigue jugando, y ganando, a sus 40 años.
