Jesús Orozco Chiquete, el joven defensor de Chivas, ha levantado la voz y, según su propia confesión, se ha sentido traicionado por la directiva del equipo tapatío. A pesar de sus deseos fervientes de conseguir una oportunidad en Europa, el cuadro Rojiblanco supuestamente le impidió materializar su sueño, bloqueando su salida hacia el viejo continente.

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El futbolista declaró que desde la era de Fernando Hierro ya había manifestado su interés por cruzar el Atlántico hacia una liga más competitiva. A pesar de que un club belga mostró interés en hacerse con sus servicios, la directiva no facilitó el camino. Orozco Chiquete incluso intentó discutir el asunto con Amaury Vergara, presidente del club, pero su respuesta fue un duro golpe a sus aspiraciones.
Una respuesta que dejó huella
Cuando por fin Orozco Chiquete logró comunicarse con Vergara, el directivo le explicó que el club europeo no estaba dispuesto a cubrir la cláusula de rescisión en un solo pago. «Me dijeron que querían hacerse de mis servicios antes de la Copa América, ya que entendían que si jugaba, mi valor aumentaría», compartió el jugador. Sin embargo, las negociaciones se tornaron en un laberinto sin salida cuando la directiva no ofreció respuestas claras.
El jugador relató: “Al final, me dijeron que no, querían la cláusula completa y el equipo mandó varias ofertas: la primera de 3.5 millones, la segunda de 3.8 y una tercera de 4.5 millones más un porcentaje de futura venta que fluctuó entre el 10 y el 20%. A pesar de esto, la respuesta fue negativa, lo que me hizo sentir traicionado”.
Un desenlace lleno de tensiones
Con esta situación cargada de frustraciones, Orozco Chiquete sintió que su tiempo en Chivas estaba llegando a su fin. Las tensiones aumentaron y, tras múltiples roces con la dirigencia, el equipo finalmente comunicó su salida al Cruz Azul.

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El destino del joven europeo quedó truncado, sin embargo, su historia no termina aquí. La pasión por el fútbol sigue ardiendo en su interior, y aunque su viaje hacia Europa no se concretó esta vez, la adversidad podría ser el impulso que necesitaba para brillar aún más en el balompié mexicano. Con su corazón dividido, Orozco Chiquete está listo para enfrentar nuevos retos y demostrar que el fútbol tiene sorpresas reservadas para los valientes.
