Cuando el Oviedo fichó a Nacho Vidal el pasado mercado invernal, Braulio, director deportivo de Osasuna, celebraba entre risas su estreno goleador en el Tartiere. “Lo que no vi venir es que marcara de cabeza entrando en el segundo palo…”, decía entonces. Pero ya es hora de actualizar la frase: Nacho Vidal es delantero, quizás no por posición, pero sí por espíritu. En Almería, sus dos goles de killer empujaron al Oviedo, mejor en el primer tiempo y superviviente en el segundo, a una victoria por 1-2 crucial para sus aspiraciones de ascenso. Braulio se equivocó. Y en realidad, todo el mundo del fútbol.

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El Camino hacia la Final
El 1-2 deja al Oviedo a un paso de la final. En el Tartiere, con su afición, deberán confirmarlo, enfrentándose a un Almería que buscará el área de Aarón sin complejos. El partido en Almería fue favorable para los azules, quienes controlaron el juego y supieron resistir cuando el adversario apretó. Pero el verdadero secreto del triunfo estuvo en ese elemento inesperado.
Un Comienzo Sorprendente
Desde el inicio, el Almería no salió a por todas. Aunque no es el equipo más agresivo de la Segunda, se esperaba un poco más de empuje en una situación así. Buenas noticias para el Oviedo.
El encuentro comenzó algo tibio, como un duelo de diciembre más que un efervescente play-off. Los locales cedieron terreno y los de Paunovic empezaron a manejar la pelota. Más que dominio arrollador, era cuestión de dejar claro quién mandaba.
Alemão peinó un centro de Cazorla a los tres minutos, haciendo que el dominio oviedista estuviera acompañado de una intención dañina desde el principio. Los ajustes tácticos eran evidentes: Santi en la izquierda, Sibo en su papel de obrero, y Alemão en el 9, todos alineados para coordinar el ataque.

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Adaptaciones de Juego
El Oviedo comenzó mandando, con Almería refugiándose en la exuberancia de Lopy y el toque de Arribas. Aunque hubo poco más para ellos, su posición en los play-offs es una prueba de su capacidad para adaptarse.
Ambos equipos se asentaban en sus estilos cuando Hassan reclamó protagonismo, haciendo lo que mejor sabe: recibir y desafiar. No siempre le funciona, pero su persistencia es apreciada en un fútbol a menudo plano. En esta ocasión, su intento resultó en el primer gol de Nacho Vidal, que aprovechó el rechace del portero local.
Segundo Tiempo y Resoluciones
A medida que avanzó la segunda mitad, el Almería mostró su capacidad de respuesta. Aprovechando un error de Seoane, ejecutaron un contraataque que Arribas concluyó con gran clase, igualando el marcador.
El Oviedo no se dejó vencer. Recuperaron el control del balón, con Sibo ganando cada disputa, Colombatto aportando claridad, y Cazorla siendo una amenaza constante. Hassan, como siempre, puso la chispa.
A pesar de alguna mejora del Almería tras la pausa de hidratación, los ataques no pusieron en apuros serios a Aarón, y el Oviedo se mantuvo firme.
Golpe Final y Conclusión
En los últimos momentos del partido, otro error casi rescata al Almería. Sin embargo, en el minuto 93, Paraschiv encontró un hueco y su centro terminó en otro gol de Nacho Vidal. Era un golpe definitivo, dejando al Almería sin tiempo para reaccionar.
La victoria le da al Oviedo un paso gigantesco hacia la siguiente fase. En el Tartiere, con el respaldo de su afición, tienen una buena ventaja. Con actuaciones como la de Nacho Vidal, su espíritu hace que todo parezca posible.
