Era imposible no pensar en Neymar cada vez que Desiré Doué tocaba el balón en el Allianz Arena de Múnich. Sus controles mágicos, fintas endiabladas y arranques electrizantes recordaban al astro brasileño. La manera en que Doué conducía el balón y deslumbraba con sus disparos parecía calcada de las habilidades que hicieron célebre a Neymar en el Santos. Las coincidencias eran abrumadoras: medias al mismo nivel, manga larga, guantes y esas botas blancas que parecían una extensión de sus pies. Incluso en el lenguaje corporal, la similitud era innegable. Y tras una actuación estelar en la Champions, desde su explosión en la vuelta de octavos contra el Liverpool, deslumbró al mundo con un doblete en la final frente al Inter de Milán.
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Una estrella emergente en la Ligue 1
Completamente asentado en la Ligue 1 desde su debut con el Stade Rennes, Doué se presentó oficialmente al mundo en Anfield. Entró al campo en el minuto 67 sustituyendo a Bradley Barcola y transformó el partido con casi una hora de juego brillante que culminó en el penalti que aseguró al PSG un puesto en los cuartos de final. Su celebración al estilo ‘frío’ de Cole Palmer demuestra que, con tan solo 19 años, tiene la mentalidad de un auténtico campeón.
Una máquina de soluciones
El joven extremo francés tiene el talento y potencial necesario para ser uno de los mejores futbolistas del mundo. Compagina habilidades brillantes con una personalidad arrolladora y un hambre insaciable de éxito. Bajo la dirección de Luis Enrique, quien personalmente pidió su fichaje, tiene la suerte de contar con un mentor capaz de guiarlo adecuadamente. Su reto será mantener los pies en el suelo para que el cielo sea su único límite.
Final épica en el Allianz Arena
Demostrando su temple, Doué llegó motivado y se adueñó del balón como si tuviera la experiencia de múltiples finales de Champions. A los 20 minutos, tras intimidar a Sommer con un disparo a distancia y volver ‘locos’ a Bastoni y Di Marco, marcó el 2-0 con una volea fenomenal, asegurando al PSG su primera ‘Orejona’. Su remate, después de suavizar un pase de Dembélé con el pecho, encontró el camino hacia la red tras un desvío que descolocó al guardameta suizo.
La lucha por el fichaje del siglo
El nombre de Doué resonaba entre los clubes más grandes de Europa, pero solo el Paris Saint-Germain y el Bayern de Múnich se mantuvieron hasta el final en la carrera por su fichaje. Los parisinos lograron su contrato tras un esfuerzo titánico, desembolsando 50 millones al club bretón. Fue una batalla épica en la que Nasser Al-Khelaïfi participó activamente, utilizando los Juegos Olímpicos de París para convencer al joven talento. Incluso Thierry Henry influyó, aconsejándole quedarse en la Ligue 1.
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Neymar, inspiración encarnada
Diestro pero ambidiestro en sus habilidades, Doué se destaca por su calidad técnica y polivalencia. Enfrenta rivales con regates fulminantes y diagonales infinitas. Puede actuar como extremo en ambas bandas, de ’10’ o incluso de ‘8’. Igual que Neymar, vale la pena pagar entrada solo por verle jugar. Con su talento nato, tiene el poder de decidir partidos; su inteligencia y visión lo hacen un magnífico pasador. Aún tiene aspectos por mejorar, pero si continúa acumulando minutos en la élite y aprendiendo de sus errores, está destinado a ser una de las estrellas más brillantes del firmamento futbolístico en los próximos años.
