«El primero que tenía que marcar era yo». Kylian Mbappé no tardó en tomar la iniciativa tras la eliminación del PSG ante el Borussia Dortmund en 2024. Otra decepción europea, aunque esta vez el dolor fue menor, puesto que su futuro en el Real Madrid ya estaba asegurado. Se unía a un equipo ganador, uno de los más desequilibrantes del mundo con ansias de conquistar el continente. ¿Qué podría salir mal? Pues todo, como bien advirtió el ahora célebre Luis Enrique en su documental.

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El ejemplo que Mbappé no siguió
«Michael Jordan dominaba a sus compañeros y defendía con ferocidad. Tú tienes que dar ese ejemplo primero como persona y luego como jugador», le aconsejaba Luis Enrique antes del partido contra el Barça, en el que el PSG saldría victorioso. Luego, una advertencia que se cumpliría en su primera temporada con el Real Madrid, donde a pesar de todo, logró distinciones individuales.
«Presionar es esencial, pero si te conviertes en el ejemplo de presionar, tenemos una máquina de equipo», recordaba Lucho, siempre optimista pese a la marcha de una figura clave del PSG. Confiaba en un sistema sólido que superaba las individualidades, destacando jugadores como Ousmane Dembélé.
Un camino difícil para Kylian
Mbappé dejó un vestuario donde era el líder supremo y llegó a un Real Madrid que funcionaba como «Reinos de Taifas». Primero tuvo que adaptarse, y cuando quiso revertir su rol, ya era demasiado tarde. Pasó meses siendo el chivo expiatorio, hasta que finalmente halló regularidad bajo la guía de Xabi Alonso. Sin embargo, su senda hacia el éxito europeo sigue esquiva, como si persiguiera una sombra inalcanzable.
PSG, vencedor moral
Tras numerosas idas y venidas, y una renovación con el PSG vista como afrenta por el Real Madrid, Mbappé llegó a la «casa blanca» llevando el peso de una expectativa no cumplida: «Si hubieras venido antes, ya tendrías cinco Champions». Solo una, arrebatada por el Bayern de Flick, persiste en su memoria.

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Una lesión contra el Arsenal en un partido decisivo costó la confianza del Bernabéu, aunque la disipó temporalmente con el Pichichi y la Bota de Oro. En el Real Madrid, la Champions no es solo el trofeo deseado, es el que define la temporada. Más aún, al llegar a un núcleo que acababa de saborear la gloria europea.
La salida de Mbappé del PSG no pudo ser más amarga, pese a que el club francés lo sostuvo hasta donde pudo. Kylian ha pasado la temporada reclamando lo que considera suyo, protagonizando un drama fuera del campo que dejó una cicatriz en su vínculo con el PSG, un club que Nasser Al-Khelaifi lideró durante su último año en París. A pesar del tumulto, el nuevo campeón de la Champions se siente recompensado con su éxito europeo, dejando a Mbappé avanzando hacia ese horizonte que aún se le escapa.
