En una noche mágica en Múnich, todos los ojos estaban puestos en Luis Enrique. El técnico asturiano tenía en sus manos la oportunidad de hacer historia con el Paris Saint-Germain: conquistar la tan ansiada Champions League en su segunda temporada al mando. Y no defraudó. Con un despliegue de fútbol deslumbrante, el PSG goleó 5-0 en la mayor paliza jamás vista en una final del torneo, firmando así su segundo triplete como entrenador y alcanzando a Pep Guardiola en la élite futbolística.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Un homenaje digno para Xana
Con la ‘Orejona’ alzada al cielo bávaro, Luis Enrique fue manteado por sus pupilos antes de compartir sus impresiones con los medios. «No sabía cómo íbamos a ganar. Una final siempre está cargada de nervios. Hacer historia es algo fabuloso, pero la tensión a veces nos sobrepasa«, confesó, visiblemente emocionado. Sin embargo, sus jugadores lo sorprendieron con su calma y maestría, mientras él pensaba en su hija Xana, asegurando que no podía haber mejor homenaje.
El brillo de los jóvenes talentos
Una de las grandes estrellas de la noche fue Doué, a quien Luis Enrique elogió sin reservas, comparándolo con una joya futbolística como Lamine Yamal. «Para ellos, una final es una fiesta. ¡Yo estaría temblando en sus zapatos!«, bromeó.
Consiguiendo la victoria a puro fútbol
«No me acuerdo de la charla del vestuario», admitió con una sonrisa. «Lo importante fue cómo gestionamos la presión y demostramos nuestro estilo. Jugamos al fútbol en su máxima expresión.» El Inter de Milán, un rival formidable, no tuvo opción ante el vendaval parisino.
El respaldo de Al-Khelaïfi
Justo cuando hablaba de la humildad de sus jugadores, Al-Khelaïfi intervino, aclamando a Luis Enrique como el mejor entrenador y ser humano. El asturiano agradeció el apoyo incondicional del presidente y de Luis Campos, quienes siempre creyeron en su visión.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Reflexiones sobre Dembélé y Mbappé
Sobre Dembélé, destacó: «Siempre ha sido un fenómeno. Su liderazgo desde el ejemplo es incomparable.» Y respecto a Kylian Mbappé, añadió con un toque de añoranza: «Nos hubiera encantado que estuviera aquí, pero su destino fue otro.»
Finalmente, en un toque emotivo, expresó que su hija Xana siempre estará con él, en las victorias y en las derrotas. Un sentimiento compartido por todos los seguidores del fútbol que reconocen el esfuerzo inquebrantable y el espíritu indomable de Luis Enrique. Así, una vez más, el fútbol demuestra ser mucho más que un mero juego.
