Ángel Correa se despidió del Estadio Metropolitano y de su querido Atlético de Madrid, después del emocionante encuentro donde el equipo de Diego Simeone superó al Betis. El momento de la despedida fue profundo y emotivo, señalando una inminente despedida que se rumorea podría llevarlo a los Tigres de la Liga MX.
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Bajo un cielo lleno de emociones, el atacante argentino, de 30 años, rompió en llanto, dejando entrever que su tiempo en la institución colchonera ha llegado a su fin. En un video que circula en redes sociales, se le puede ver tomándose el tiempo necesario para agradecer y despedirse de la afición, que lo ovacionó por sus invaluables contribuciones a lo largo de varias temporadas.
El experto en transferencias, Fabrizio Romano, ha alimentado estas especulaciones al afirmar que Correa ya tiene un rumbo claro hacia el equipo felino. Así lo dejó claro en su cuenta de X, donde publicó: “Ángel Correa dice adiós a la afición del Atlético de Madrid… para unirse a Tigres mexicano. Nuevo capítulo, pronto”.
Correa llega a un gran club, pero en un mal momento
La posible llegada de Correa a los Tigres ha sido un destello de esperanza para los hinchas, especialmente después de que el equipo tropezara en las Semifinales ante el Toluca. La deambula de los felinos ha dejado al descubierto las carencias en el esquema de Guido Pizarro, en especial en la defensa, justo la posición que ocupará el nuevo refuerzo.
El estreno de Pizarro en el banquillo fue precedido por una controversia que dejó a Veljko Paunovic fuera del equipo, a pesar de que había llevado a los Tigres a ocupar el tercer lugar en la tabla general. Esto agrega un aire de incertidumbre alrededor de la llegada de Correa, un jugador que podría revitalizar la atmósfera del vestidor, que, desde la llegada de Pizarro, ha parecido carecer de liderazgo.
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El paso de Correa al fútbol mexicano es un giro emocionante en su carrera, y los aficionados esperan que su talento y carisma sean el remedio que los Tigres necesitan para retomar el camino hacia la gloria. Su historia en el Atlético se cerró con lágrimas, pero ahora se abre una nueva página en un capítulo aún por escribirse en el balompié azteca.
