La Gimnástica Segoviana desciende al abismo de la Segunda RFEF tras un emocionante empate contra un Nàstic revitalizado, que con este resultado asegura su lugar en el playoff. Los tarraconenses, con Luis César Sampedro estrenándose en el banquillo, rozaron la gloria al aplicar la ley del fútbol: dos goles tempraneros por parte de Marc Fernández y Víctor Narro en los primeros quince minutos hicieron soñar a los visitantes. Sin embargo, los locales se levantaron como un ave fénix y, gracias a Chupo y Pascual, alcanzaron el empate antes del descanso.
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Un Nàstic con nuevo aire
Los ‘granas’ saltaron al campo con firmeza, con una táctica de dos líneas de cuatro y dos delanteros, manteniendo la esencia de Dani Vidal aunque con algunos ajustes en el once. Desde el primer suspiro del encuentro, el equipo mostró una renovada vitalidad, gracias a un explosivo Antoñín que, como un rayo, asistió a Fernández y Narro consecutivamente, colocando al Nàstic dos goles arriba.
La reacción de la Gimnástica Segoviana
La alegría visitante fue efímera. Rubén, como un depredador al acecho, aprovechó un córner mal defendido para acortar distancias, rematando con precisión. Y justo antes de la pausa, Pascual firmó el empate con una efectiva jugada de estrategia. Los saques de esquina se convierten en el talón de Aquiles que Sampedro deberá pulir para encarar los próximos desafíos del playoff.
En este vibrante encuentro, ambos equipos dejaron el alma sobre el césped, reflejando la pasión y la incertidumbre que solo el fútbol puede ofrecer.
