El exjugador Erick Delgado criticó conductas en el Alianza Lima vs Cienciano por la Liga 1 2025
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El vibrante encuentro entre Alianza Lima y Cienciano del pasado sábado 3 de mayo sigue levantando polvo, y no es para menos. Este partido, que parecía extraído de una novela futbolera llena de drama y emociones encontradas, desencadenó una cascada de críticas, sobre todo en el arbitraje de la Liga 1 2025.
El final inesperado y sus consecuencias
Los ‘blanquiazules’ cayeron en los últimos suspiros del encuentro frente a los cusqueños. Un penal de Carlos Zambrano, que le valió la expulsión, fue el detonante. Pero no solo eso, el astro Paolo Guerrero también vio la roja por reclamar al árbitro, lo que provocó que Matute retumbara con el descontento ferviente de los ‘íntimos’.
Delgado levanta la voz
En medio de toda esta turbulencia, el exportero Erick Delgado no se contuvo y alzó su voz de crítica. Para él, los árbitros no fueron los culpables de la derrota, sino el propio desempeño de Alianza. “En lugar de quejarnos y apuntar el dedo al árbitro, es momento de mirarnos al espejo y ver qué pasa dentro”, señaló con franqueza el popular ‘Loco’.
El planteamiento cusqueño
Cienciano no solo ganó el partido, sino que protagonizó una exhibición táctica de la mano de su técnico Carlos Desio. “Alianza hizo un mal partido”, afirmó Delgado con contundencia. “No fue el árbitro, sino Cienciano, quien superó a Alianza en todo sentido. Desio le pintó la cara a Gorosito”.
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La polémica salida de Gorosito
En el momento álgido del partido, el DT Néstor Gorosito abandonó el campo antes de que Christian Cueva ejecutara el penal, un gesto que fue visto como incitación por Erick Delgado. “Gorosito no podía salir de la cancha así, levantando al público cuando el equipo no estaba en su mejor día”, comentó, sugiriendo que estas actitudes pueden incendiar más el ánimo de los hinchas.
Violencia e intolerancia
Las repercusiones no se quedaron solo dentro del estadio. Afiches intimidatorios aparecieron en las inmediaciones de la Videna, y los jueces tuvieron que ser escoltados, algo que Delgado no dudó en condenar: “Hacer daño a la casa de un árbitro es una vergüenza. Debemos bajar las revoluciones y recordar el valor de la autocrítica”.
Con esta polémica latente, queda claro que el fútbol peruano sigue siendo un terreno donde las pasiones se viven al rojo vivo y las emociones están a flor de piel.
