Las aguas en el ruedo futbolístico peruano están más agitadas que nunca tras la polémica caída de Alianza Lima frente a Cienciano por la fecha 11 del Torneo Apertura de la Liga 1 2025. El césped del estadio Alejandro Villanueva fue testigo de más que solo un partido; el arbitraje de Bruno Pérez puso la mecha para un vendaval de reacciones que no ha tardado en prender.
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Polémica a pie de campo
Una jugada con sabor a polémica y un VAR bajo la lupa ha desatado una tormenta. La atención no solo se centró en el desarrollo del duelo, sino también en la atmósfera de gritos y protestas que culminaron con mensajes en la sede de la Federación Peruana de Fútbol. Fue una jornada donde el presidente de la CONAR, Winston Reátegui, sacó el chaleco antibalas mediático para hablar sobre la seguridad física de los árbitros, como si de un partido de supervivencia se tratara.
Gorosito y Navarro: Voces disidentes
El técnico de Alianza, Néstor Gorosito, no se anduvo con rodeos; cuestionó sin pudor la imparcialidad arbitral. Y es que, sobre el verde, los penales no solo fueron jugadas, sino decisiones que pesaron como una pelota de plomo. En el mismo tren de reclamos, Franco Navarro, el gerente deportivo, acusó al arbitraje de ser una pasada de factura por la no asistencia a la Asamblea de la federación. “¡Esto fue una vergüenza!”, resumió con la furia de un león enjaulado.
La hipótesis del complot
En medio de las declaraciones candentes, el periodista deportivo, Diego Rebagliati, sostiene que en la tienda blanquiazul hay más que una simple sospecha: un convencimiento de que todo está orquestado para que Universitario levante el trofeo. Según Rebagliati, “acá está todo digitado para que la ‘U’ salga campeón”, decía, como si relatase una intriga digna de novela.
Reacciones encontradas
Mientras en la trinchera de Alianza se denuncian conspiraciones, Rebagliati se desmarca, pisando firme como un mediocampista que no teme el contacto: reconoce los errores arbitrales, pero rechaza la acusación de complot. “Están cómodos en esta especie de victimización”, decía, quizás señalando una estrategia tan audaz como arriesgada para meter presión al máximo.
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Mirando hacia adelante
Tras el terremoto emocional, Alianza Lima no baja los brazos y continúa su preparación para el esperado choque en la Copa Libertadores 2025 contra Sao Paulo. La escuadra íntima, sin margen para el error, buscará cambiar el rumbo en el estadio Alejandro Villanueva.
Con 4 puntos y el tercer lugar del Grupo D, Alianza necesita encender motores, como un auto de carrera en la última vuelta, aspirando al milagro de los octavos de final o, al menos, no despedirse prematuramente del campeonato internacional.
