Muchos ya no lo recuerdan. Pero una víctima de un atentado difícilmente olvida el instante en que la película de su vida pasa por el frente y, por la razón que sea, tiene una segunda oportunidad en este plano.
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Un Retorno Triunfal
Quintero salió del país un tiempo para proteger su seguridad, pero su amor por el fútbol lo impulsó a volver. La vida lo llevó primero a Sporting de Gijón en España y después a Brasil, donde vivió tres años que considera los más felices de su carrera. En clubes como Fortaleza, Juventude y Vasco, no solo encontró un lugar en el campo, sino también la calidez de los fans y la adaptación de su familia al nuevo entorno. Regresaría al Pereira, y en 2024, volvería a Brasil, esta vez al Vila Nova. En la actualidad, el defensor azucarero se encuentra de nuevo en Deportivo Cali, donde está luchando con todas sus fuerzas por clasificar a los cuadrangulares de la Liga Betplay I 2025.
Un Atentado que Cambió Todo
La vida de Juan Sebastián Quintero tomó un giro inesperado una noche de noviembre de 2018. Después de una dolorosa derrota por 1-0 contra Pasto, el jugador se dirigía a su hogar, cuando sufrió un atentado que lo marcaría para siempre. Regresando a ese momento, Quintero narró a As Colombia cómo, junto a su hermano menor, fue interceptado por dos hombres en una moto que abrieron fuego contra su vehículo. «Las balas quedan en el carro porque no era blindado. El policía, cuando hacía el peritaje, me decía ‘¿cómo no te pasó nada?'», recordó Quintero.
El éxito que tuvo en ese momento no fue mera casualidad. «La bala atravesó la cartera del carro y en lugar de seguir derecho se fue para abajo», añadió el defensor, quien reconoce que fue un milagro que le permitió seguir adelante con su vida y carrera.
Un Mensaje de Esperanza
Pero el verdadero entendimiento de su suerte llegó al día siguiente, cuando se topó con una vecina que le ofreció un mensaje inesperado. «Me encontró y se le aguaron los ojos, me dijo ‘cómo está tu familia’. Después, me compartió un testimonio impactante. Ella me contó que, días antes del atentado, había tenido un sueño donde Dios le decía que debía advertirme», explicó Quintero.
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«Me decía que le dijera al portero que dejara la puerta abierta y que el portero se encerrara en el baño», recordó con emoción. Al escuchar esto, Quintero retrocedió en su memoria y recordó que, cuando se acercaba al condominio, la puerta estaba abierta. «No tuve que pitar, son cosas de Dios», aseguró, con una mezcla de asombro y gratitud.
Superando Adversidades
La experiencia vivida lo llevó a reflexionar profundamente sobre su vida y su fe. «Hoy que ya le entregué mi vida a Dios, comprendo esto. Me puse a llorar y dije ‘increíble Dios lo que me has cubierto y protegido incluso veces que no lo merecí'», manifestó Quintero, mostrando una humildad que inspira.
Para él, reconstruir su vida después del atentado no fue fácil, pero cada paso que ha dado en su carrera ha sido un testimonio de su resiliencia. Comenzó a notar que sus desafíos no solo tenían que ver con la cancha, sino también con lo que ocurre fuera de ella.
El Fútbol como Sanación
Quintero ha encontrado en el fútbol no solo una pasión, sino también un medio de sanación. Regresar a la cancha le ha permitido no solo expresar su talento, sino también conectar con los hinchas que siempre lo han apoyado. La entrega, la pasión y el compromiso que demuestra cada vez que viste los colores de Deportivo Cali son prueba de que su amor por el juego sigue intacto.
Hoy, mientras se enfrenta nuevamente a la presión de una competencia intensa, Quintero se mantiene enfocado en su objetivo: clasificar a los cuadrangulares de la Liga Betplay I 2025. «Quiero contribuir con mi experiencia y hacer lo mejor por el club», afirma, dejando claro que su historia no es solo una de supervivencia, sino de esperanza y superación.
Una Historia que Inspira
La vida de Juan Sebastián Quintero es un recordatorio poderoso de que, a veces, las adversidades más grandes pueden ser superadas y que el camino hacia la recuperación está lleno de lecciones valiosas. Cada partido que juega no es solo una oportunidad para brillar en el campo, sino también una celebración de su vida y de cada persona que lo ha apoyado. Su historia es un legado que resonará por mucho tiempo y que inspira a aquellos que enfrentan sus propias batallas.
