El club Melgar enfrenta a la Federación: ¡Un partido que se juega fuera de la cancha!
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Conflicto entre Melgar y la Federación: El Clásico que no se televisa
El ambiente está más caliente que el sol arequipeño y no precisamente por las correrías de los jugadores en el campo. Ricardo Bettocchi, el cabecilla del fortín rojinegro, ha sacado la bandera de protesta contra las injusticias en la gestión de los derechos televisivos de nuestra querida Liga 1, manejados por 1190 Sports a través del canal L1 Max.
Represalias que hieren al equipo: Cuando el balón gira por otros intereses
El dirigente, con la pasión de un hincha en tribuna norte, denunció sin pelos en la lengua que las discrepancias del club con la centralización de derechos televisivos les ha traído cartones amarillos en forma de represalias. “Hablar de frente, como hacemos los arequipeños, trae consecuencias. Tras nuestra última declaración de hace tres semanas, diciendo que el fútbol peruano retrocedía, empezaron las sanciones sin ton ni son. Orzán fue suspendido cuatro fechas sin más evidencia que la palabra de un oficial”, expresa Bettocchi, sintiendo el rigor de decisiones que parecen ajenas a las reglas del “deporte rey”.
Las cuentas no cuadran: La deuda que no se olvida
El bisturí sigue cortando y el administrador anunció un paro sobre el pago de los derechos de 2023 por parte de 1190 Sports, una deuda que los mantiene con el ceño fruncido. «Abrimos un arbitraje, pero las leyes de la Federación parecen partidas de ajedrez donde solo se mueven los peones. Estamos casi en mayo de 2025 y todavía nada de los pagos de 2023», comenta mientras cuestiona dónde están los visionarios que vendieron humo con el nuevo modelo.
Una liga desigual: La brecha que separa a los clubes
La diferencia en los ingresos televisivos es más ancha que la cancha. Melgar se queda con las migajas comparado con los gigantes Universitario y Alianza Lima. “No llegamos ni a la mitad de lo que reciben ellos. Peleamos contra la corriente desde 2014, clasificando cada año a torneos internacionales, y aún así nos relegan a la esquina de los olvidados. No valemos un cuarto”, lamenta Bettocchi, subrayando que el club no se doblega ni baja la cabeza.
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Un silencio que retumba en la Federación
Por si fuera poco, el club optó por no asistir a la próxima asamblea de clubes, alzando su voz de protesta.“Hemos decidido hace dos asambleas no asistir, porque el juego está arreglado desde el vestuario. Las decisiones son un partidazo para algunos, pero el marcador en transparencia es de 0 a 0”, remata Bettocchi, dejando claro que Melgar no está dispuesto a ser el espectador de un fútbol que parece ser contado por otros.
El telón está abierto y la escena se desarrolla a vista de todos. Mientras el balón sigue rodando en la cancha, el partido real se juega fuera de ella, y aquí Melgar se enfrenta con coraje y valentía. ¡La garra del león arequipeño sigue rugiendo fuerte!
