Felipe Cantuarias exige cambios en Sporting Cristal: «La situación es insostenible»
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Felipe Cantuarias, ex presidente de Sporting Cristal, ha alzado la voz desde las gradas, mostrando su inquietud por el complicado momento que atraviesa el club cervecero. Para él, es como ver a su equipo perder el balón en un contragolpe letal. Aunque ahora se ubica en el lugar del hincha, su experiencia y éxito pasado le han ganado un sitial de respeto en el Rímac.
Fuego cruzado en el corazón celeste
Desde su posición, Cantuarias ha señalado sin rodeos a Joel Raffo como el artífice de la crisis. «Sporting Cristal debe implementar acciones. La primera es terminar, de una vez por todas, con ese conflicto de interés que tiene INNOVA con AGREF y con VALORA», manifestó en una conversación que resonó como un gol en el último minuto en Sintonía Celeste. Para Cantuarias, esta encrucijada es lo que ha llevado a desajustes dentro del club, y lo ha repetido como un comentarista incansable en su análisis pospartido.
Hora de mover el banco
Felipe no se mordió la lengua y sugirió lo que para él podría ser la tan ansiada bocanada de aire fresco: «El segundo tema de importancia es que Joel Raffo dé un paso al costado como presidente». Para él, la solución pasa por contar con un presidente independiente que conecte con el ADN celeste, ese que se canta y baila en las tribunas de cada estadio que pisan.
- La identidad celeste es algo que no se negocia.
- El club necesita fichajes que inspiren y reflejen su grandeza.
- Es vital respetar la historia y protagonismo del club para recuperar su esencia.
Un presidente en fuera de juego
Al ex presidente Cantuarias no solo le preocupa el desempeño futbolístico bajo la dirección de Raffo, sino también su actitud. «Cuando entré, la crisis era cosa de varios factores, pero lo que nos salvó fue la unidad celeste», recuerda Felipe, como quien rememora una remontada histórica. «Joel Raffo actúa con una arrogancia increíble, no reconoce un solo error, no pide disculpas». Y así, pinta la gestión actual con un trazo de ironía futbolera, preguntando cómo se puede volver a ganar si no se está dispuesto a jugar en equipo.
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La pelota sigue rodando en el verde del Rímac, y mientras lo hace, las palabras de Cantuarias resuenan como un coro interminable de la hinchada que pide cambios y un regreso al juego que enamoró a tantos. Cómo afectará esto al futuro del club, solo el tiempo y el próximo partido lo dirán.
