El encuentro entre el Mallorca y el Leganés terminó en un empate sin goles este sábado, un resultado que da un respiro al equipo madrileño en su feroz carrera por evitar el descenso y a la vez emite un desafiante «alto» a las aspiraciones europeas del conjunto balear, que perdió una oportunidad de oro para consolidarse en los puestos altos de la clasificación tras los tropiezos de sus rivales directos.
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Un Inicio con Viento a Favor para el Leganés
El Leganés arrancó el partido con el pie en el acelerador, desplegando un juego rápido y efectivo que puso en apuros a un Mallorca que intentaba aferrarse a su propio estilo. La presión del centro del campo, comandada por la pareja Cissé y Neyou, logró cortocircuitar la salida de balón de los locales, dejándolos inmóviles y confundidos.
Un Partido que se Cocina a Fuego Lento
El Leganés, a pesar de su inicio prometedor, optó por replegar velas y permitió al Mallorca adueñarse del balón, aunque este último mostró poca agresividad en ataque. Los balearon su sistema habitual de cinco defensas, el cual suele utilizar Jagoba Arrasate en desplazamientos fuera de casa, como una barrera difícil de franquear. No fue sino hasta pasados los veinte minutos que el estadio vibró con la primera gran ocasión: un centro de Johan Mojica quedó a escasos milímetros de la bota de Cyle Larin, cuyo rechace fue aprovechado por Abdón, quien desafortunadamente envió su disparo al lateral de la red custodiada por Dmitrovic.
Oportunidades Desaprovechadas y Destellos de Talento
El choque se volvió un ejercicio de resistencia, donde el equipo de Borja Jiménez parecía haber tejido una telaraña en el campo, limitando los avances de los locales. Sin embargo, justo al filo del descanso, el Leganés estuvo cerca de romper el hielo con un remate de Cissé desde el área que exigió la intervención segura del guardameta Greif, quien detuvo el balón con aplomo.
En la segunda mitad, los isleños fueron ganando terreno, tratando de romper el empate con un mayor ímpetu ofensivo. Jagoba Arrasate decidió mover sus fichas introduciendo al joven canterano Marc Domènech por Abdón Prats, quien casi convierte un pase magistral de Darder en el prime gol del partido, de no ser por la oportuna intervención de Jorge Sáenz.
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Un Final para Morderse las Uñas
El Mallorca mostró más chispa hacia el final del encuentro, con Domènech convirtiéndose en el catalizador del ataque, estirando el terreno de juego y generando espacios para sus compañeros. Pudo haber sido el héroe del partido con un cabezazo desmarcado dentro del área, pero su remate salió desviado, dejando a los seguidores bermellones con el corazón en la boca.
En los compases finales, un casi prodigioso control de Cyle Larin tras un pase a la espalda de la defensa levantó a los espectadores de sus asientos, mas la decisión no acompañó a la ejecución cuando, en superioridad numérica, disparó por encima del arco rival.
Un Equilibrio que Favorece al Leganés
Con este reparto de puntos, los baleares permanecen en la séptima posición con 44 puntos, aunque dejan escapar la oportunidad de distanciarse de sus perseguidores. Mientras, el Leganés respira con alivio al agarrarse a un clavo ardiendo en su batalla por seguir en la categoría, aferrándose a cada punto como si fuera un trofeo indispensable en su lucha por la permanencia.
