Deportes Iquique inicia un nuevo capítulo de su historia futbolística con la llegada de Fernando Díaz como su flamante director técnico. Este experimentado estratega aterriza con la misión titánica de sacar a los Dragones Celestes del fondo de la tabla y asegurar su permanencia en la anhelada Primera División. Una tarea nada fácil, pero que, con su astucia, pretende convertir en una hazaña deportiva inolvidable. ¡La hinchada está expectante!

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Un nuevo rumbo para los Dragones Celestes
La noticia ya retumba en la ciudad: Nano Díaz será recibido con alfombra celeste en Iquique en las próximas horas para formalizar su vinculación con el club. Su retorno al fútbol chileno viene precedido de un destacado desempeño al mando de Coquimbo Unido, donde dejó huella con su estilo táctico y visión de juego. Sin duda, este reencuentro promete chispas de fútbol vistoso y aguerrido.
Refuerzos en el banquillo: un dream team técnico
En este ambicioso proyecto, Díaz no estará solo. Su cuerpo técnico ya empieza a tomar forma con nombres de prestigio. Al frente del área física se incorpora el legendario Marcelo Oyarzún. Este profesional, quien dejará Atlético Tucumán, regresa a los Dragones decidido a infundir energía y fortaleza en los entrenamientos. Ya en el pasado tuvo su vínculo con Miguel Ramírez, pero ahora, bajo la dirección de Díaz, espera revivir glorias pasadas en una nueva era. «Me despedí del Cheo y siento que se cerró un ciclo de amistad», reflexiona Oyarzún, recordando cómo en su relación con Ramírez se apagó la llama tras tantos años de carrera compartida.
Aliados de antaño: el regreso del dúo dinámico
La coalición de Díaz se fortalece aún más con la llegada de Hernán Castro, quien ha sido su fiel compañero en otros lares, desde la Universidad Católica de Ecuador hasta Municipal de Guatemala. Castro, conocido por su habilidad para leer el juego y generar estrategias efectivas, es un pilar fundamental en el equipo de Díaz. Juntos, prometen reestructurar el camino de Iquique con un fútbol que combine creatividad y ferocidad táctica. ¡El espectáculo está garantizado!
