Carlo Ancelotti, un hombre normalmente imperturbable al frente del equipo, refleja el momento sombrío que atraviesa su escuadra. Su semblante serio y palabras escuetas en la conferencia de prensa tras la derrota 3-0 ante el Arsenal son el reflejo del mal momento. «Son momentos difíciles», decía con honestidad, reconociendo que sus jugadores «corrieron menos en todos los registros».
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En busca de la chispa perdida
En un giro inusual, Ancelotti no subrayó como en otras ocasiones que aún están «en la pelea por la Liga», ni ocultó su desconcierto al no jugar el sábado para prepararse para la Champions. Con el respaldo del club y fiel a su contrato, busca un equipo que «recupere sensaciones ante el Alavés, es fundamental», como un escultor afina su obra antes de la exposición final.
Reflexiones tras la derrota
«Después de cada derrota pasa lo mismo», admite con un toque de desencanto. Pero ve un rayo de esperanza: «Después de una derrota, tienes la oportunidad de hacer un buen partido y recuperar las buenas sensaciones». Aunque sus palabras carecen de la efusividad acostumbrada, recalca que el equipo ha entrenado bien y está centrado en ganar al Alavés.
Futuro incierto
Ancelotti se ha reunido con Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, pero evita comprometerse respecto a su continuidad: «Esa pregunta no tienes que hacérmela a mí, pero el contrato está claro. Hablaremos como siempre al final de la temporada». La falta de vigor en el equipo, el que menos corre, desata ciertas preocupaciones en la directiva. «Así es, y eso nos ha afectado», concede Ancelotti, pero añade una punta de ironía: «Si corremos menos, es por las características de los jugadores».
Preparativos para la remontada
Con un partido crucial contra el Alavés a la vuelta de la esquina, Ancelotti resalta la importancia de «jugar bien y ganar». Su misión es clara: conquistar un intento de remontada contra el Arsenal, aunque admite: «No sé si este año podremos remontar, pero aspiramos a conseguirlo». Y es que, como un león herido, su equipo es el único que puede resurgir de sus propias cenizas.
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Sobre la controversia de jugar el domingo, Ancelotti señala con resignación que son «el único equipo cuartofinalista de la Champions que jugamos el domingo». Al referirse al bajón de Rodrygo y Vinicius, lo atribuye a «un bajón de nivel general» y subraya la importancia crucial de recuperar la solidez defensiva.
En este culebrón futbolístico, Ancelotti se aferra a sus recursos, esperando que, como en las mejores historias de épica deportiva, sus jugadores se transformen y demuestren esa garra que les ha llevado a lo más alto en tantas otras batallas anteriores.
