Los problemas se acumulan en las Águilas del América, y su dueño, Emilio Azcárraga, ha decidido que ya es hora de alzar la voz. La reciente eliminación del equipo en la Liga de Campeones de la CONCACAF a manos de sus eternos rivales, el Cruz Azul, ha encendido la chispa del descontento en Coapa. Azcárraga no está para nada satisfecho con el desempeño de su equipo y se ha hecho sentir con firmeza en la casa club.

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Emilio Azcárraga lanza un ultimátum a los jugadores del América
En un encuentro exclusivo, el dueño de las Águilas se reunió con los futbolistas para expresarles su desagrado, no solo por la eliminación en el torneo continental, sino también por la falta de victorias ante los actuales tricampeones. En un tono serio y directo, les dejó en claro que están obligados a conquistar el título del Clausura 2025—a lo que sería su Tetracampeonato. “Debemos reivindicarnos y salvar lo que se pueda de esta temporada”, dejó caer Azcárraga, quien no dudó en calificar de “fracaso” la ausencia del título de la Concachampions, un trofeo que se les ha escapado por años.
Las consecuencias de un nuevo fracaso
El mensaje fue claro: si el equipo no logra alzarse con el campeonato, la directiva considerará poner transferibles a todos los jugadores. Las Águilas son conocidas por su ambición desmedida; ganar cada torneo es parte de su ADN. Con la sombra de una profunda limpieza sobre el equipo, los jugadores son conscientes de que el tiempo se les está acabando. La presión está sobre sus hombros, y la advertencia de Azcárraga resuena: “Un título más es vital, o de lo contrario, habrá consecuencias graves”.
Próximos desafíos para las Águilas
Con el reloj corriendo, el América se prepara para un crucial enfrentamiento contra los Rayados de Monterrey a mitad de semana, seguido de un cierre de torneo ante Mazatlán. Estos partidos no solo son esenciales para buscar el liderato del Clausura 2025, sino que representan una oportunidad de redención en un camino que luce complicado. La afición espera que el corazón y la entrega del equipo se trasladen al campo, porque en el mundo de las Águilas, la gloria no se pide, ¡se exige!
