Con una espina que todavía duele después de la reciente derrota ante el Arsenal, Carlo Ancelotti se presentó ante los medios previo al enfrentamiento contra el Alavés. Aunque el estratega italiano intentó dirigir la atención hacia el partido de liga, no pudo esquivar las afiladas preguntas sobre el traspié ocurrido en el martes negro para su equipo.
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El dato que estremece: una maratón fallida
Durante la rueda de prensa, los periodistas no dudaron en enfocar sus preguntas sobre una estadística que se ha vuelto viral en las últimas horas: los kilómetros recorridos por el Real Madrid en el Emirates Stadium. El equipo blanco, cual tortuga en una carrera contra liebres, recorrió apenas 101,2 km, el menor registro entre todos los cuartofinalistas. Rivales como el Inter o el Bayern mostraron un pujante despliegue con cifras de 125,6 km y 123 km respectivamente.
Ancelotti, entre verdades como puños y la autocrítica
Lejos de esquivar el dato, Ancelotti reconoció que fue un factor determinante en la derrota, aunque enfatizó que el abismo de rendimiento iba más allá de la distancia recorrida. “La estadística no miente: hemos corrido menos que el rival y eso pesa. Es algo a lo que le debemos dar más vueltas”, confesó, con el semblante del capitán de un barco que busca retomar el rumbo.
La diagrafía de un problema
Según Ancelotti, la razón de fondo estriba en las características inherentes de sus jugadores. “A lo largo de los años nos hemos topado con la misma piedra y, aun así, hemos logrado conquistar una Champions corriendo menos. No siempre es correr, sino cómo se corre”, defendió el técnico, haciendo eco de su experiencia en años pasados.
Más allá de los kilómetros: trabajar más y mejor
Aunque correr más no gana partidos, contra el Arsenal se demostró que el compromiso físico fue menor: menos aceleraciones, menos distancia total cubierta y una clara desventaja en el número de sprints realizados. “Ellos han trabajado más y eso dolió”, destacó Ancelotti.
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Señalados y bajo la lupa
El próximo partido promete ser un auténtico examen para los jugadores blancos, con los atacantes en el ojo del huracán. Casi no presionaron ni mostraron las garras que este tipo de encuentros exige, firmando una actuación que quedó muy por debajo de las expectativas. En el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu, el equipo tendrá que mostrar algo más que simple resistencia, cargando con el peso de la estadística en sus espaldas. Sin duda, será un partido donde los kilómetros recorrerán el foco de atención.
