Era un partido que prometía emociones desde el pitazo inicial, y vaya que no defraudó. El Estadio Monumental de Lima, abarrotado por fervorosos hinchas de Universitario de Deportes, se convirtió en el escenario de un choque electrizante contra el siempre complicado Melgar, por la octava jornada del Torneo Apertura de la Liga 1 2025. Pero, la ovación tempranera se tornó en un silencio inesperado a los cuatro minutos del comienzo del partido.
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Un error que costó caro
Desde el inicio, Melgar salió con el cuchillo entre los dientes. La maestría del ‘rojinegro’ para adelantarse en el marcador se sentía en el aire. Tan solo un par de respiros después del silbato inicial, el nombre de Kenji Cabrera empezó a resonar en las gradas. Tras un pase largo desde el arco de Carlos Cáceda, se desencadenó un fatídico error en la defensa de la ‘U’. Williams Riveros, que habitualmente es un muro en la zaga, cometió una falla garrafal al intentar jugar el balón hacia atrás. En ese instante, Cabrera no perdonó. Con una agilidad felina se coló en el área y remató con su zurda, mandando el balón al primer palo del golero Sebastián Britos.
La jugada que enmudeció el Monumental
Como un poema futbolístico que sale mal, la jugada del gol reflejó una secuencia de errores, comenzando con un pase de Matías Lazo y un intento poco ortodoxo de Tomás Martínez. La bola parecía estar viva, gurreando de un lado a otro, hasta que algún alma caritativa, en este caso José Carabalí, la mandó al saque lateral. No tardaron ni un suspiro cuando Cristian Bordacahar sacó rápido un lateral que terminó desencadenando el drama de Riveros y el gol de Cabrera, dándole el tan anhelado golpe inicial a los dirigidos por Walter Ribonetto.
Kenji Cabrera: La joya que brilla en Melgar
De menos a más, así ha sido la trayectoria de Kenji en el club arequipeño. Debutante desde el 2021, ha labrado su camino hacia el estrellato. Su calidad sobre el césped no solo encandila a sus compañeros, sino que también ha captado la atención del técnico de la selección, Óscar Ibáñez. Cabrera, a sus 22 años, es una promesa hecha realidad, demostrando su valor tanto en el ámbito local como en el internacional. Aunque no tuvo minutos en los recientes enfrentamientos de la selección peruana por las Eliminatorias 2026, su inclusión en los convocados insinúa un futuro brillante.
Kenji se ha ganado el corazón del ‘dominó’ con goles y asistencias, liderando sendas victorias importantes contra rivales de la talla de Vasco Da Gama y Deportes Tolima. Su capacidad para aparecer en momentos cruciales se ha vuelto casi una descripción poética de lo que significa ser un extremo moderno.
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Pero, volviendo al choque en casa crema, el error de Williams Riveros servirá como un recordatorio de que en el fútbol, hasta el más mínimo descuido puede traicionar. Fue una de esas jugadas que dejan más preguntas que respuestas, una metáfora del fútbol mismo: emocionante, traicionero y siempre impredecible.
