El Clásico Regio entre Tigres y Monterrey se vivió con una intensidad exuberante en el Estadio Universitario de Nuevo León, donde ambos equipos dejaron todo en la cancha. El choque no solo estuvo marcado por la rivalidad histórica, sino que el silbante, el siempre polémico Gato Ortíz, no escatimó en mostrar tarjetas, dejando como saldo tres futbolistas expulsados durante el partido y un par más en los banquillos.

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Las tres expulsiones en el Tigres vs Monterrey
Con el paso de los minutos, la temperatura del encuentro subió como la espuma y las decisiones drásticas comenzaron a caer. En el comienzo del segundo tiempo, Diego Lainez cometió una falta descomunal al golpear a Nelson Deossa dentro del área, lo que llevó a Ortíz a señalar el penal de inmediato. Laiz fue sentenciado a la expulsión tras recibir su segunda amarilla al minuto 46, dejando a Tigres con diez hombres.
Aunque la ventaja con el gol de Sergio Ramos parecía favorecer a los Rayados, la situación se tornó caótica entre los jugadores de Monterrey, quienes desaprovecharon la oportunidad de consolidar su triunfo. En un arranque de ira, Germán Berterame pagó el precio de sus palabras al ser expulsado por faltarle el respeto al árbitro, mientras que Oliver Torres siguió su ejemplo al recibir una tarjeta roja directa por una patada desafortunada que dejó a su equipo con solo nueve elementos en el campo.
Guido Pizarro también fue expulsado en el Clásico Regio
Las tensiones no solo se limitaron al césped, ya que los banquillos también vivieron su propia controversia. Guido Pizarro recibió la tarjeta roja tras un cruce explosivo con Germán Lux, asistente técnico de Martín Demichelis, quien también fue expulsado. Al abandonar el terreno de juego, la discusión se intensificó y, en un acto de desesperación, Lux se llevó un golpe en la cabeza por parte de un jugador de Tigres, lo que desató un tumulto camino a los vestuarios.
Jordi Cortizo da brutal patada y solo lo amonestan
El Clásico Regio no estaba acabado y pudo haber tenido aún más expulsiones si consideramos una jugada polémica que involucró a Jordi Cortizo, quien arrojó una brutal patada a Joaquim que bien hubiera merecido la tarjeta roja. Sin embargo, el árbitro decidió ser benevolente y tan solo lo amonestó, lo que generó una oleada de protestas entre los jugadores de Tigres, quienes no podían creer que la falta se quedara sin castigo.

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Las emociones se desbordaron en un Clásico lleno de acción, donde la pasión del fútbol mexicano salió a relucir a cada instante, demostrando por qué esta rivalidad es una de las más fieras del continente. El espectáculo en el Estadio Universitario fue un recordatorio de que en el futbol, hasta la misma marea se detiene para contemplar la locura de un Clásico.
