La emoción de LaLiga Hypermotion sigue subiendo como la espuma. La segunda división del fútbol español resplandece por sus encuentros repletos de sorpresas y emociones, y el reciente partido en Ipurúa no fue la excepción. A punto de concluir el tiempo añadido, en el minuto 90+5′, el partido dio un giro inesperado con un protagonista poco común: el portero del Eibar.

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El Inesperado Héroe de Ipurúa
Cuando todo parecía perdido para el Eibar, Jon Magunagoitia se enfundó el traje de héroe para cambiar la narrativa del partido. El conjunto armero caía por la mínima ante el Oviedo después de que el brasileño Alemao adelantara a los asturianos en el minuto 64 tras un primer tiempo sin goles. La ventaja visitante se mantenía firme de cara al descuento.
El Milagro al Final
A falta de un suspiro para el final, con la grada ya resignada y la victoria del Oviedo prácticamente firmada, el árbitro concedió una falta lateral peligrosa. Con el corazón en un puño, Ipurúa contenía el aliento ante la última oportunidad para empatar.
En un movimiento desesperado, Magunagoitia avanzó con paso decidido al área rival, como un torero afrontando al toro en la última faena. El centro de Iván Gil a punto de caramelo encontró la cabeza del joven portero de 24 años. Con la precisión de un experimentado delantero, Magunagoitia peinó el balón, insuflándole la potencia justa para burlar las intenciones del arquero Aaron Escandell.
Una Jugada para el Recuerdo
Ipurúa estalló de júbilo, las gradas vibraron como una orquesta afinada por la épica del momento. Golazo, y un valioso punto rescatado del abismo, como si marcar goles fuese el pan de cada día para el vasco.

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Este tanto, que quedará grabado en la memoria de los aficionados, coloca al Eibar en la décima posición con 46 puntos, mientras que el Oviedo se sitúa en quinta posición con 55. Todo está en el aire con ocho jornadas por disputar y el Huesca pisando los talones con 54 puntos y un partido menos. Tal es la magia de LaLiga Hypermotion, donde hasta el último minuto es una novela de suspense.
