Gago se despachó sobre los rumores de su salida de Boca y recordó su paso por Chivas: “No voy a dejar al club que amo”.

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El eterno 5 de Boca, Fernando Gago, salió al cruce de las versiones que lo vinculaban con una posible salida del club de la Ribera. Con la pasión a flor de piel y el corazón latiendo a mil, el mediocampista se tomó unos minutos para dejar en claro su amor por la camiseta azul y oro.
“Yo soy de Boca”
“No voy a dejar al club que amo”, se escuchó resonar en la sala de prensa, como si hubiera sido un golazo de media cancha. Gago, con la mirada firme y el tono decidido, se plantó ante los periodistas que lo rodeaban, lanzando un mensaje rotundo: la historia no termina aquí. Los rumores de su partida, que empezaron a circular como un reguero de pólvora, no son más que eso: cuentos de camino.
Su voz, cargada de emociones, supo conjugar la nostalgia de los días en Chivas con la realidad presente: “Disfruté mucho mi paso por México, pero aquí tengo un compromiso inquebrantable con el club y la gente”. Esta última frase resonó como un eco en el estadio, recordando a todos los hinchas que, sin importar el lugar, su corazón siempre late por la Boca.
Pasiones y decisiones
Gago no escatimó en palabras cuando se refirió a su deseo de seguir aportando al equipo: “Quiero ser parte del proceso, ayudar a mis compañeros y seguir construyendo la historia que estamos escribiendo juntos”. La entrega y el sacrificio son parte de su ADN, y no hay balones perdidos en su camino. Cada pase, cada jugada, cada grito desde el banco es un ladrillo más en la edificación de un Boca que busca retornar a la cima del fútbol argentino.

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El exjugador de Chivas dejó en claro que no se dejará llevar por las corrientes del mercado: “Soy un tipo de palabra, y no voy a abandonar el barco”, enfatizó, como un capitán decidido a llevar su nave a buen puerto. La afirmación dejó a muchos pensando en el vínculo que une a un jugador con su club, como un tango que se baila entre dos.
Gago sabe que las aguas pueden ser turbulentas, pero con su corazón en la mano, reafirma su compromiso con los colores que defiende. En cada entrenamiento, en cada partido, la pasión se desborda y se siente el palpitar de una hinchada que espera verlo alzar la copa nuevamente.
Así, con ese ímpetu incombustible, Fernando Gago sigue escribiendo su propia historia. Y mientras lo haga, los bostereos podrán dormir tranquilos: el 5 sigue siendo de Boca. ¡A seguir luchando!
