Nada como un penalti para cambiar el rumbo en un partido donde la igualdad era notoria. Una vez más, el Real Madrid optó por la infalible vía del penal para desequilibrar un encuentro que prometía ser espinoso, con sustos incluidos en el área rival.
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El Penalti de la Discordia
Con un guion que ya se está convirtiendo en un clásico para los madrileños, los merengues aprovecharon un penalti más que cuestionable. Esto le permitió a Mbappé seguir mejorando su hoja de estadísticas en su carrera por alcanzar a Lewandowski en la competición por el Pichichi. Del otro lado, el Leganés no podía ocultar su desazón mientras que, en el campo, los esfuerzos de los pepineros se desmoronaban por decisiones arbitrales controvertidas.
Controversia en el Bernabéu
En el minuto 30, González Fuertes optó por dejarse seducir por un enredo de piernas entre Óscar y Arda Güler, señalando que el jugador del Leganés obstruía al turco. Una decisión que genera más preguntas que respuestas, cuando en las repeticiones televisivas se aprecia cómo el madridista se sirve del contacto encajado para caer y buscar el penalti. ¡La algarabía se desbordaba en el Bernabéu como en las grandes noches europeas!
El árbitro no titubeó y decretó la pena máxima. Kylian Mbappé, frío como el acero, no defraudó. Era como si el partido se hubiera escrito siguiendo el mejor de los guiones.
Botín Dorado desde los Once Metros
En lo que va de temporada, el Real Madrid lleva la delantera en el uso del llamado «punto fatídico», habiendo lanzado un total de 14 veces desde los once metros. El balance es más que rentable: tras esta última conversión contra el Leganés, los blancos han marcado 10 dianas, dejando escapar tan solo cuatro.
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Con cada penalti se desatan pasiones, como un torbellino en un mar en calma. Así transcurre este emocionante capítulo de LaLiga, donde el Real Madrid se aferra a su suerte desde los once metros, mientras su hinchada sueña despierta.
