Lamine Yamal: Un joven fenómeno del fútbol
Lamine Yamal (17 años) se ha consagrado como una figura clave dentro y fuera del campo. Este talentoso joven de Rocafonda no solo brilla en el terreno de juego, sino que también ha alcanzado un estatus icónico entre los aficionados. Cada vez que celebra un gol, hace un gesto con las manos: 304, un número simbólico que representa los tres últimos dígitos del código postal del barri de Mataró, donde pasó gran parte de su infancia.
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Nacido en Catalunya, Lamine Yamal es fruto de una rica mezcla cultural. Su padre, Mounir Nasraoui, es marroquí, mientras que su madre, Sheila Ebana, proviene de Guinea Ecuatorial. Esta diversidad cultural no solo enriquece su vida, sino que también se refleja en su estilo de juego, lleno de creatividad y versatilidad.
Lamine Yamal, amb la seva àvia i el seu pare Arxiu familiar
Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal
Abdul, el hermano mayor de Mounir Nasraoui, compartió la historia de cómo su madre, la abuela de Lamine, llegó a Barcelona. «Ella llegó sola con 40 años. Trabajó arduamente y, con el tiempo, pudo traer a cada uno de sus cinco hijos». Lamine mantiene una relación muy especial con su abuela, Fàtima, a quien visita siempre que puede. Le encanta llevarle pollastre arrebossat, un plato que le recuerda sus raíces familiares. Gracias a su éxito como futbolista, ha podido comprarle una casa, un gesto cargado de amor y gratitud.
Mounir Nasraoui (38) ha estado en el centro de diversas controversias. En agosto de 2024, fue víctima de un apuñalamiento en un aparcamiento de Mataró, suceso que lo llevó a estar ingresado en la UCI de Can Ruti. Este tipo de incidentes, desafortunadamente, han ensombrecido su figura, pero no han opacado la carrera de su talentoso hijo.
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Lamine Yamal, amb el seu pare TV3
La relación entre Lamine y su padre
En medio del tumulto mediático, ha surgido un mural en la casa de Mounir que ha despertado muchas opiniones. En él, aparece su rostro junto al de Lamine, pero con un pequeño detalle que ha generado controversia: el tamaño de la cara de Mounir es notablemente más grande que la de su hijo. Este tipo de detalles suelen ser el foco de atención pública y críticas, pero Lamine se centra en lo que realmente importa: su pasión por el fútbol y su deseo de superar los obstáculos.
El jugador del Barça ha mencionado que ve a su padre como un amigo, reflejando una relación más allá de las polémicas. «Como es joven, también lo considero un amigo. Nos vemos todos los días y jugamos juntos a la PlayStation,» ha compartido el joven de 17 años, quien parece navegar entre la responsabilidad de ser un futbolista de élite y los lazos familiares.
La relación familiar no solo se limita a los hombres de la familia. Sheila Ebana y Mounir Nasraoui se conocieron en Mataró y tuvieron a Lamine Yamal a los 21 años. Posteriormente, ella encontró una nueva pareja, con quien tuvo a Keyne, el hermano menor de Lamine. Aunque la separación marcó un punto de inflexión, el núcleo familiar sigue siendo un pilar en la vida de Lamine.
Lamine Yamal ha penjat una fotografia de quan era petit amb el seu pare. Instagram: Lamine Yamal
Recientemente, el 18 de marzo, el programa Sense ficció de TV3 emitió el documental Revolució 304, que aborda la historia de Lamine Yamal y sus humildes orígenes, tocando temas de gran relevancia como el racismo y la integración de las personas migrantes. El joven jugador no dudó en expresar sus sentimientos hacia su familia y su comunidad, destacando su orgullo de ser de un barrio obrero y multicultural como Rocafonda.
El mismo día que se emitió el documental, Lamine compartió en redes sociales una entrañable fotografía de su infancia junto a su padre, acompañado de la frase my blood («mi sangre») y un emotivo corazón negro. Los comentarios a esa publicación reflejan un profundo orgullo hacia el joven futbolista, reafirmando que Lamine Yamal es un verdadero «campió dins i fora del camp», tanto en su carrera deportiva como en su vida personal.
Lamine Yamal, a sus 17 años, se encuentra en una etapa de formación no solo como futbolista sino también como persona, empapándose de su cultura y sus raíces mientras navega por el futuro incierto que le depara el deporte rey. Entre goles y gestos significativos, está claro que el joven de Rocafonda tiene mucho más que ofrecer al mundo del fútbol. Su historia apenas comienza, y promete ser un viaje fascinante que mantendrá a todos pendientes de sus movimientos en el terreno de juego y fuera de él.
