Un partido de aquellos que se quedan en la memoria. El estadio de Son Moix fue el escenario de un electrizante enfrentamiento entre el Mallorca y el RCD Espanyol, en el que los locales se alzaron con la victoria en el último suspiro, gracias a un gol de Muriqi desde el punto de penalti. Este encuentro no solo estuvo marcado por la intensidad de los 90 minutos, sino también por las discutidas decisiones arbitrales que dejaron al conjunto blanquiazul con un sabor amargo y la indignación a flor de piel. Jugadores y responsables del Espanyol, como Manolo González y Fran Garagarza, no tardaron en manifestar su descontento. A su vez, el club catalán emitió un comunicado en el que pedía respeto.
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Reclamaciones y llamamientos al respeto
«El RCD Espanyol siempre ha mostrado y seguirá mostrando el máximo respeto hacia el colectivo arbitral», iniciaba el comunicado oficial del club. Sin embargo, el Espanyol subrayó que dicho respeto debe ser recíproco y reflejarse en un trato justo hacia su histórica entidad, los jugadores, el cuerpo técnico y la afición. «Los errores forman parte del deporte», continuaba el comunicado, «pero es esencial que se analicen y reconozcan para asegurar la transparencia y mejorar la competición».
El VAR bajo la lupa
Llegaron a la luz los audios del VAR sobre varias jugadas decisivas del partido, especialmente una que levantó ampollas: el penalti que Joan García detuvo inicialmente a Abdón Prats pero que debió ejecutarse nuevamente. Carlos del Cerro Grande, desde el VAR, aconsejaba a Alejandro Quintero González: «Alejandro, te recomiendo una revisión para enseñarte y que valores la situación». Era una decisión que se asemejaba a un enigma complicado de desentrañar. «¿Ves a este jugador (Cheddira) que está aquí? Está dentro sin respetar los 9:15, ¿vale?», proseguía.
«Estos dos jugadores que van a participar ahora están correctos, ¿vale?» continuó Del Cerro Grande, «Y ahora es cuando participa ese jugador (Cheddira) que había penetrado. Te la dejo seguir y valoras si el jugador que está dentro previene una ocasión de gol o no». La revisión concluyó con Quintero González estando de acuerdo y decidiendo repetir el penalti.
Este partido, lleno de giros y decisiones polémicas, será recordado no solo por el resultado, sino por las intensas emociones vividas tanto dentro como fuera del terreno de juego. La pelota, una vez más, nos recordó que el fútbol es más que un simple juego; es una batalla sobre el verde, impregnada de pasiones y sueños.
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