En medio del electrizante partido entre el América y Toluca correspondiente a la Jornada 10 del Clausura 2025, se vivió un desafortunado incidente que dejó a todos con la boca abierta. El reconocido comentarista de TUDN, Damián “Ruso” Zamogilny, se convirtió en víctima de un robo al término del encuentro, un episodio que lamentablemente hizo sombra a la pasión que desata el fútbol.
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El propio Zamogilny relató la experiencia angustiante durante la transmisión de otro juego, donde compartió que, mientras se retiraba del Estadio Azteca, los ladrones aprovecharon la multitud para despojarlo de su teléfono celular. “Ayer, en un tumulto al salir del estadio, sentía que algo iba a pasar. Toqué mi billetera y me dije: ‘Aquí está’. Pero un empujón en el tumulto de la salida del América vs. Toluca, alguien se avivó y me durmió”, expresó el exfutbolista, dejando claro que la sensación de inseguridad también puede acechar a las figuras del deporte.
A pesar del incidente, Zamogilny tuvo la fortaleza de explicarle al aire a los televidentes la razón por la cual no podía comunicarse. Afortunadamente, el episodio no se tornó violento, lo que podría considerarse una pequeña victoria en medio de una situación crítica. Sin embargo, el contexto de inseguridad que permea en la Liga MX ha provocado una gran preocupación, especialmente después de que el crimen organizado hiciera de las suyas en varios casos recientes en el fútbol mexicano.
Un Impactante Recuerdo: Nicolás Fonseca y su Lucha
En días pasados, la atención se encontraba centrada en Nicolás Fonseca, jugador del León, quien vivió una experiencia aterradora tras el robo de su camioneta. Afortunadamente, el futbolista salió ileso del asalto, pero esta situación dejó claro que la inseguridad no conoce límites en el mundo del balompié. Ahora, Fonseca cuenta con seguridad las 24 horas del día, un claro reflejo de que el fútbol, que debería ser sinónimo de alegría y pasión, también se enfrenta a una dura realidad.
Estos lamentables sucesos subrayan la necesidad urgente de que los clubes de fútbol implementen medidas más robustas para proteger a sus jugadores. Cada ladrón que se atreve a despojar a una figura del deporte se convierte en un recordatorio de que el compromiso por la seguridad debe ser tan intenso como la entrega en la cancha.
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En resumen, lo que debería ser un festejo futbolístico se volvió una llamada de atención sobre la inseguridad que afecta a todos, incluso a quienes nos hacen vibrar en cada partido. Necesitamos que el fútbol vuelva a ser el espectáculo que todos amamos, donde el drama se quede sólo en el terreno de juego, y fuera de él se respire paz y seguridad.
