El Paris Saint-Germain sigue montado en la cresta de la ola en la Ligue 1, sumando otro trofeo más a su colección y listo para medirse al Liverpool el próximo miércoles, en uno de los enfrentamientos más esperados de la Liga de Campeones tras aplastar al Lille con un contundente 4-1.
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El conjunto dirigido por Luis Enrique marcha a un ritmo vertiginoso, acumulando veinticinco goles en sus últimos seis encuentros. Una avalancha ofensiva desatada que no muestra signos de detenerse. La decisión de dejar en el banquillo a jugadores clave como Vitinha y el talento georgiano Khvicha Kvaratskhelia ha sido una jugada estratégica, un guiño claro a la próxima competición europea.
A toda máquina
El PSG ha dejado atrás a sus principales perseguidores, Marsella y Niza, a quienes mira desde una distancia segura de doce puntos. Invictos tras veinticuatro partidos, los jugadores parisinos están en un estado de gracia. Ousmane Dembélé es particularmente el jugador estrella, brillando en esta temporada no solo por su implicación y acierto, sino por ser el motor que ha impulsado al conjunto parisino en momentos clave.
Un derroche de goles que comenzó pronto
La resistencia del Lille apenas duró veinte minutos. Dembélé, en un estado de forma pletórico, resquebrajó la defensa del rival cuando apenas habían pasado los primeros compases del encuentro. Con un remate desde dentro del área que Lucas Chevalier apenas pudo bloquear, Bradley Barcola aprovechó el rebote y puso el primero en el marcador.
No aflojaron tras el primer asalto
El vendaval parisino no amainó tras la ventaja. Lejos de eso, los anfitriones intensificaron su asedio. Lucas Beraldo y Joao Neves estuvieron cerca de ampliar la diferencia, pero encontraron en Chevalier un muro eficaz. Sin embargo, el PSG no perdonó. Un centro certero de Désiré Doué encontró la cabeza de Marquinhos, quien mandó el balón al fondo de la red en el minuto 22. Seis minutos después, Dembélé amplió su cuenta personal anotando el tercero, tras otro gran pase de Neves.
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El ataque arrollador no da tregua
Exjugador del Barcelona, Dembélé se coronó como el máximo artillero de la Ligue 1 con diecisiete goles, superando a Mason Greenwood del Marsella. Con veintiséis dianas en treinta y tres partidos, su campaña refleja una actuación determinante y constante. Dembélé también se vistió de asistente, sirviendo el cuarto gol para Doué en el 37′.
Con un Lille ya entregado, la entrada de Ethan Mbappé al campo como visitante en el Parque de los Príncipes fue más anécdota que amenaza. Al llegar la hora de juego, Luis Enrique optó por conservar energías y retiró del campo a varias de sus estrellas, incluyendo a Achraf, Nuno Mendes, Dembélé y Neves, para dar paso a Emery, William Pacho, Kvaratskhelia y Vitinha.
En la recta final del partido, el PSG bajó el ritmo, empleando el control del balón y dejando que los minutos pasaran mientras Lille buscaba minimizar la derrota. Finalmente, Jonathan David consiguió maquillar el marcador con un disparo a solo diez minutos del pitido final, tras un rechazo de Gianluigi Donnarumma, sellando el definitivo 4-1.
