Últimamente, el Atlético de Madrid parece tener un pacto secreto con el Barcelona para reforzarse. El último fichaje en forma de cesión es el de Clément Lenglet. El central francés, que con sus sietes millones limpios al año en el Barcelona parecía tener un contrato más ajustado a los bolsillos del club catalán, ahora solo sufre un ligero ajuste salarial en Madrid. El Atlético cubre 3,5 millones de su salario y aun así, Lenglet se planta como el cuarto jugador mejor pagado del equipo colchonero, por detrás del argentino Julián Álvarez, que cobra lo mismo, y por supuesto, tras las figuras de Oblak y Griezmann, auténticos portadores de la batuta en el Metropolitano.

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El Encanto de Simeone
Clément Lenglet está encantado con el Cholo Simeone, como el gato con las plumas de un sombrero. Este respeto es mutuo, y no es para menos, ya que el técnico argentino le considera su mejor central esta temporada, una gema inesperada en el campo de batalla. Sin embargo, para que el amor continúe, todo apunta a que Lenglet deberá afinar su melodía financiera, quizá bajando la altura de las notas de su ficha. Las conversaciones entre el Metropolitano y el Camp Nou son amables, una danza diplomática, pero el Atlético no está por la labor de romper la hucha.
Planteamientos del Pasado
En un guiño a los viejos tiempos, el año pasado, Simeone observaba a Iñigo Martínez con la avidez de un coleccionista. El central, que se ha convertido en una pieza clave bajo la batuta de Xavi, era entonces un misterio, una oportunidad inexplicablemente sin explorar por el técnico del Barcelona. Aunque Iñigo siempre tuvo claro que su futuro estaba pintado de blaugrana, el interés rojiblanco fue tan real como un penalti en el área pequeña.
La Apuesta por Le Normand
Al final, como si de una partida de póker se tratase, en verano Simeone apostó por Le Normand, poniendo sobre la mesa casi 25 millones de euros. Sin embargo, no cabe duda de que Martínez fue su primera elección, un sueño fugaz que se perdió entre las posibilidades del mercado antes de que Lenglet llegara como un regalo envuelto en terciopelo rojiblanco.
