A pesar de que la tormenta parece amainar en Cruz Azul tras la inesperada salida de su exentrenador, el argentino Martín Anselmi, el presidente del club, Víctor Velázquez, ha revelado que la situación se ha elevado a las máximas instancias del fútbol internacional. La Máquina está decidida a llevar su demanda contra el director técnico al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), evidenciando así que la salvaguarda de sus contratos es su prioridad.
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Un conflicto en la cima del fútbol
Previo al crucial enfrentamiento que la Máquina tuvo ante Querétaro en el Estadio Olímpico Universitario, Velázquez no escatimó en detalles sobre el desencuentro con Anselmi. Explicó cómo la situación llegó a un punto crítico, forzando a los cementeros a buscar justicia en el TAS. El directivo se mostró firme en su postura, enfatizando que el club no se dejará amedrentar y busca que se respeten los acuerdos contractuales.
> “Su salida fue muy precipitada; siempre se le aseguró que tenía nuestro apoyo, pero las condiciones no se dieron. Estamos en una controversia que será resuelta legalmente. Simplemente exigimos que se cumplan nuestros contratos. Se cierra una etapa y le deseamos lo mejor”, afirmó Velázquez con la confianza de un capitán en medio de la tormenta.
La tensión se apodera de la institución al tiempo que el presidente insistió en que “nadie es más grande que el club” y que este toma prioridad sobre cualquier figura individual.
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Un caso que afecta a todos
Que lo exprese quien lo exprese, el conflicto va más allá de un simple despido. Cruz Azul busca recuperar la suma de 5 millones de dólares que considera adeudados por el Porto debido a la abrupta rescisión del contrato de Anselmi, quien tenía pactada su permanencia con el club hasta junio de 2027. A pesar de la insistencia del Porto y del propio técnico argentino en que su marcha era inevitable, la Máquina pone sus cartas sobre la mesa, demandando una indemnización que consideran justa.
Sin embargo, la situación no solo afecta a la directiva, sino que también resuena en el plantel y la afición. Las palabras de Velázquez son un recordatorio de que la estructura del club es más resistente que cualquier desafío individual.
> “Martín (Anselmi) pidió jugar en este estadio, pero las cosas no siempre salen como uno desea. Así es el futbol; a veces, los planes se desmoronan a pesar de los esfuerzos realizados”, reflexionó el presidente con la sabiduría de un veterano en la cancha.
Esperanza en nuevos caminos
Con Anselmi en el pasado, Cruz Azul da la bienvenida a Vicente Sánchez, quien liderará al equipo durante el resto del torneo, manteniendo viva la esperanza de refutar este trago amargo con actuaciones que llenen de alegría a su afición. La situación legal sigue en la mira, y la Máquina, aferrándose a su esencia, se prepara para futuras batallas, tanto en la cancha como en los despachos.
La pasión por el fútbol sigue viva, y en Cruz Azul están determinados a que la historia no se escriba solo con la salida de un técnico, sino con la fuerza y el empuje de un club que sueña con grandes victorias en el horizonte.
