Irven Ávila: El eterno guerrero del Rímac que responde en el campo con goles
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La hinchada de Sporting Cristal está acostumbrada a las sorpresas, pero nadie esperaba que el «Cholito» Ávila siguiera dando de qué hablar. A pesar de los rumores que lo rodean cada temporada en el mercado de fichajes, el ariete huanuqueño sigue dejando claro que su lugar está en el equipo cervecero. En lugar de escuchar las voces que piden su salida, Ávila elige responder dentro de las cuatro líneas del campo de juego.
Navegando contra el viento
La historia de Irven Ávila es como esas viejas canciones que suenan mejor cada vez que se escuchan. A pesar de ser relegado a papeles secundarios bajo el mando de Guillermo Farré, el delantero no se amilana. Farré, conocido por su predilección por lo novedoso, le da apenas media hora en el campo en el inicio del 2025. Pero ¡vaya 30 minutos! Cada toque de Ávila es un recordatorio de sus años de experiencia; el gol anotado contra Sport Huancayo, en una plaza donde se requiere algo más que suerte para celebrar, es un ejemplo perfecto de su instinto letal.
El artillero en busca de historia
Ávila está a apenas un gol de dar un paso histórico para el club rimense. Con 130 tantos en su haber, está muy cerca de desplazar al emblemático Julinho en el ránking de goleadores de Sporting Cristal. Si mantiene su racha goleadora durante el 2025, podría superar a Luis Alberto Bonnet y sellar su nombre en los anales del club. «Golear aquí es como un ritual», comenta Ávila con una sonrisa que refleja tanto alegría como determinación.
Amor y fútbol, una fórmula ganadora
Cual guerrero incansable en una lid que parece infinita, Irven no se cansa de declarar su amor por el club. «Cristal es una institución que quiero mucho y que amo. Quiero mucho a la hinchada, me hace sentir el cariño siempre», expresa con orgullo. Ávila sabe que el amor no solo se dice, se demuestra en cada partido, en cada esfuerzo, en cada gol. Así ha sido su carrera.
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El impacto tras 400 batallas
La historia de Irven Beybe Ávila es también el relato de un guerrero que, tras cumplir 400 partidos profesionales defendiendo los colores celestes, se ha convertido en un hijo adoptivo de La Florida. Desde sus días de delantero inamovible hasta su actual rol como revulsivo, el «Cholito» ha sabido sortear los difíciles senderos del fútbol. Aún en la banca, sigue siendo un bastión del club; su gol contra la Universidad Católica (CHI) en la pretemporada lo confirma.
Mientras los detractores critican, Ávila continúa escribiendo capítulos con sudor y goles. En este momento, para la hinchada de Cristal, su nombre suena tan dulce como un himno.
