En un giro inesperado en la trayectoria del árbitro mexicano Marco Antonio «Gato» Ortiz, la Concacaf ha decidido aplicar una sanción, no por sus conocidos incidentes en la Liga MX, sino por su interacción con el icónico Lionel Messi. El episodio se desarrolló al finalizar el duelo entre el Inter de Miami y el Sporting Kansas City durante la electrizante Copa de Campeones de la Concacaf 2025.
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El incidente a examen
Los reflectores apuntan a un momento que ha capturado la atención de aficionados y críticos por igual. Tras el silbatazo final, Ortiz, en un acto que ha despertado pasión y controversia, se acercó al astro argentino para solicitarle un autógrafo. La petición, impulsada por la intención de obtener un recuerdo para un familiar con necesidades especiales, ha puesto a tambalear la torre de la imparcialidad arbitral.
Repercusiones para el «Gato» Ortiz
La pasión por el fútbol puede ser un romance complicado, y para Ortiz, este partido se ha convertido en una tormenta en su carrera. Concacaf no tardó en manifestar que dicha acción no se alinea con el código de conducta al que se adhieren los oficiales. En consecuencia, el árbitro ha sido amonestado, aunque los detalles de la sanción permanecen bajo llave.
¿Qué dijo el propio Ortiz?
Ante la polvareda de críticas, Ortiz expresó sus disculpas tras el partido, sumergido en un mar de opiniones a favor y en contra. No es la primera vez que este silbante se encuentra en aguas turbulentas, ya que su nombre en la Liga MX evoca recuerdos de decisiones polémicas que reverberan como un eco en el Estadio Azteca.
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Este tira y afloja con Concacaf podría limitar las apariciones del «Gato» en el plano internacional, como si el silbato se le hubiera enredado en las líneas del área de meta. Sin embargo, aceptó sin chistar el correctivo disciplinario, reconociendo su metida de pata en esta historia.
En las palabras del comunicado de Concacaf, «la conducta del silbante no está alineada con el código de conducta«. Una lección aprendida, en un mundo donde la pasión por el futbol a veces arde más allá de las fronteras profesionales.
Los aficionados del balompié se mantienen expectantes de la evolución de esta historia, como si cada toque del balón dictara las siguientes jugadas de uno de los árbitros más sonados de nuestro fútbol.
