¡Vaya, Velezano! La vida te está jugando una mala pasada en este 2025. Si hay algo que describa a Vélez en este momento, es esa famosa frase de «cuando llueve, ¡diluvia!». Las rachas negativas que atraviesa el Fortín son dignas de una trama de película dramática. Los hinchas tienen el corazón en la mano y el alma al borde del abismo, pero con la esperanza eterna que siempre los caracteriza.
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El maleficio de las derrotas consecutivas
Estamos hablando de una tormenta perfecta de derrotas, ¡una tras otra como si fueran chorizos en una parrilla! Vélez se encuentra en la cuerda floja después de sumar una serie de partidos sin sumar de a tres ni por casualidad. En cada encuentro, parece como si fueran protagonistas de una obra de teatro de suspenso, donde el final feliz está, por ahora, bajo llave. ¿Será que los astros no están alineados o los esquemas no están del lado de los fortineros?
Errores que pesan como plomo
Analizando los detalles del último partido, los errores defensivos se apilan uno tras otro. La zaga parece estar montada en una montaña rusa de indecisiones, donde cada salida en falso es recibida con un «¡ay!» colectivo de toda la hinchada. Hay momentos en los que la pelota parece tener vida propia, esquivando los intentos de recuperación con elegancia, como un bailarín en el Obelisco.
Polvorín en el vestuario
Las decisiones de los directores técnicos tampoco pasan desapercibidas. Con cambios que encienden polémicas como un fósforo en medio de un charco de nafta, las tácticas y estrategias despiertan discusiones acaloradas. El último minuto del partido es un carrusel de sorpresas, donde cada jugador es un peón, un alfil, ¡un rey sin corona!
Esperanza para resurgir
A pesar de todo, los fortineros tienen un corazón que late al ritmo del mismísimo estadio. No es la primera vez que el fútbol les pone a prueba, y si algo nos enseña la historia, es que cada caída solo les da más impulso para levantarse. La pasión por la camiseta y el espíritu inquebrantable están más vivos que nunca. ¡No hay mal que dure cien años ni tropiezo que tumbe al verdadero hincha de Vélez!
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Mientras los jugadores, cuerpo técnico y fanáticos luchan por cambiar el destino, una cosa es segura: el fútbol es una rueda que sigue girando, y Vélez espera su momento para dar vuelta el marcador y llevarse, de nuevo, la alegría del Gol. ¡Vamos, Vélez!
