Los Pumas de la UNAM sufrieron una derrota dura como una roca al caer 2-1 frente a los Tuzos de Pachuca, lo que desató una tormenta de rechiflas y reclamos en las gradas del estadio. El estratega Gustavo Lema, consciente de la desilusión de la afición, no se dejó afectar por las críticas y tuvo la valentía de ofrecer disculpas. «Sabemos que no respondimos a la altura del gran apoyo que nos brindaron», comentó el DT, quien hizo un llamado a pasar la página y enfocarse en el próximo desafío contra el América.
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Gustavo Lema se disculpa con la afición de Pumas
Al término de este encuentro, Lema no dudó en expresar su pesar hacia los seguidores que dejaron todo en la tribuna. «Hoy los aficionados no se llevan nada positivo y queremos pedirles disculpas. Vinieron en un gran número, alentaron como siempre y nosotros no pudimos brindarles el desempeño que merecen», enfatizó. Además, el técnico analizó el partido y reconoció que Pachuca fue superior y aprovechó los espacios dejados por sus pupilos, aspectos que deben corregirse para no tropezar nuevamente.
“El duelo era vital. Se presentó una oportunidad para atacar, pero los espacios que ofreció Pachuca también fueron letales a la hora de contraatacar y no estuvimos a la altura de las circunstancias”.
GUSTAVO LEMA, DT DE PUMAS
Pensando en el Clásico Capitalino
A pesar de la amargura que dejó el duelo frente a los Tuzos, el estratega se mantiene optimista y ya tiene la mirada fija en el próximo compromiso. «Se viene un clásico y la emoción está a flor de piel. Es un partido que todos esperan con ansias. Tuvimos la suerte de ganar los dos últimos, y será fundamental dar un buen espectáculo», afirmó Lema, quien se percibe ansioso de volver a enfrentar al acérrimo rival.
Este esperado Clásico Capitalino se llevará a cabo el próximo sábado 22 de febrero en el mítico estadio Olímpico Universitario, donde las Águilas del América visitarán a los Pumas en un choque que comenzará a las 21:05 horas, tiempo de la Ciudad de México. La expectativa es palpable, y los aficionados están listos para hacer vibrar el estadio con su inigualable apoyo, esperando que sus jugadores se sobrepongan a la adversidad y ofrezcan un espectáculo que justifique su aliento. ¡Que ruede el balón!
