Bajo el cielo grisáceo de un invierno sueco, una melena dorada se mueve con gracia en la pista, deslizándose como si fuera un bailarín sobre hielo. El hockey, que fue el primer amor deportivo de Björn Borg en Suecia, dejó una marca indeleble en su estilo: una postura única, inclinada, derivada de sostener el ‘stick’ con ambas manos. Borg trajo al tenis una potencia y agresividad nunca vistas, con un golpe liftado que se adelantó a su tiempo. Su legado es innegable, una verdadera escuela que aún inspira a titanes del tenis como Rafael Nadal o Carlos Alcaraz.
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Un Cuento de Héroes en Wimbledon
Miles de hazañas adornan la carrera de Björn Borg, pero ninguna como la final de Wimbledon de 1980 contra John McEnroe, un auténtico drama deportivo que todavía se recuerda como una de las mejores finales de la historia. McEnroe, en aquel entonces un joven prometedor e iracundo, contrastaba con la serenidad helada de Borg, apodado justamente como el ‘Iceman’. Aquella tarde, el All England Lawn and Tennis Club presenció lo que se denominó como el ‘partido del siglo’, un verdadero espectáculo por el que la reventa alcanzó cifras astronómicas para la época. Los dos titanes ofrecieron una batalla épica de cinco sets, donde McEnroe luchó hasta su último aliento antes de sucumbir ante la inamovible fortaleza mental de Borg, quien conquistó su quinto título en el césped londinense (1-6, 7-5, 6-3, 6-7(14), 8-6).
La Sorprendente Retirada del Maestro
Sorprendentemente, a los 26 años, Borg decidió colgar la raqueta. La presión y algunas desavenencias con los dirigentes del tenis mundial dejaron una huella en su salud mental, impulsándolo a retirarse prematuramente. El golpe fue fuerte para los aficionados, quienes se quedaron preguntándose cuántos Grand Slams más podría haber acumulado. Firmemente adentrado en un capítulo turbulento de su vida, Borg incluso intentó vender sus trofeos para superar problemas financieros. Un triste epílogo para una carrera que brilló con intensidad.
Un Renacer Empresarial
A pesar de las sombras de su retiro, Björn Borg supo redirigir su vida hacia el mundo de los negocios. En 1984, lanzó su propia marca de ropa deportiva. El verdadero impulso de su empresa llegó al inicio de la década de los noventa cuando decidió aventurarse en el ramo de la ropa interior. Hoy, su marca es un referente en moda íntima deportiva, marcando tendencia en países como Suecia, Noruega y Dinamarca. Además, la firma cuenta con una presencia significativa en todo el mundo, con 26 tiendas propias y una clientela notable que incluye a estrellas de la talla de Leo Messi, quien ha sido visto en numerosas ocasiones luciendo los modelos de Björn Borg, incluso durante eventos tan destacados como el Mundial de Qatar. Una colaboración estelar que fusiona el mundo del deporte y la moda.
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