La música mexicana ha perdido hoy una de sus voces más emblemáticas. Paquita la del Barrio, inigualable intérprete conocida por su potente presencia escénica, falleció este lunes en su hogar de Veracruz. La noticia se hizo eco en las redes sociales, desencadenando una ola de tristeza en el ámbito del entretenimiento. Su vínculo con el mundo deportivo, aunque no tan cercano, dejó una huella imborrable en el corazón de la afición Tricolor.
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El emotivo adiós en redes sociales
A través de un sentido comunicado, se confirmó la partida de Paquita, quien será eternamente recordada por su capacidad de expresar las emociones más profundas del pueblo mexicano. “Con profundo dolor y tristeza, confirmamos el sensible fallecimiento de nuestra Paquita la del Barrio, en su hogar de Veracruz, siendo una artista única e irrepetible, que nos dejará una huella imborrable en el corazón de todos los que la conocimos y disfrutamos su música”, señala el comunicado oficial, resonando como un gol en el último minuto que nos deja sin aliento.
Paquita y su curioso vínculo con la Selección Mexicana
Aunque su relación con el deporte rey no fue estrecha, Paquita la del Barrio dedicó una canción inolvidable a la Selección Mexicana en la previa del Mundial de Sudáfrica 2010. En un sketch con Eugenio Derbez, canalizó su característico sarcasmo para criticar con una versión paródica de su famosa canción «Rata de dos patas». Así, con un humor cáustico que rayaba en lo entrañable, describió al Tri como “alimañas, escuadra vergonzosa, desecho de la FIFA. Los odio y los desprecio. Ratas de dos patas, le estoy hablando al Tri”.
Un legado entre lo musical y la crítica
La canción paródica resonó entre los aficionados como una chilena a media cancha; inesperada pero inolvidable. Con un fondo de queja hacia los resultados del equipo en las Copas del Mundo, la crítica de Paquita fue fuerte y directa, tal como un cabezazo de último segundo que casi anota. Con su fallecimiento, cerramos un capítulo de ironía y pasión que definió un microcosmos de nuestra cultura pop, anecdótico y a la vez profundo en su trascendencia.
Mientras el mundo del espectáculo despide a una leyenda, el eco de sus palabras y su legado seguirán vivos, recordándonos que en la cancha y fuera de ella, cada jugada cuenta y deja marca.
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