Pumas de la UNAM tenía en sus manos la balanza para inclinarse hacia la clasificación en la Concachampions 2025. Sin embargo, la historia de anoche en el Estadio Olímpico Universitario se escribió con tinta de frustración y abucheos. Con un penal a su favor y dos jugadores más en el campo tras las expulsiones de Charlie Trafford y Callum Montgomery, los universitarios fueron incapaces de anotar antes del medio tiempo.
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El torbellino de expulsiones
Desde el pitazo inicial, los felinos mostraron su garra. Al minuto 5, la primera oportunidad clara llegó cuando Pablo Bennevendo no logró conectar de lleno un centro milimétrico de Ergas. La afición esperaba con ansias el rugido del gol que no llegó.
La tensión aumentó al minuto 17 en una jugada que encendió las alarmas. Charlie Trafford, que realizó una entrada fuerte sobre Caicedo, inicialmente vio la amarilla tras la intervención del VAR, dejando al filo del asiento a los aficionados. Pero, minutos más tarde, la situación para el Cavalry se complicó cuando Callum Montgomery recibió la roja directa por una falta temeraria sobre Pussetto.
Al tiempo que el destino parecía sonreírles, Pumas no hallaba el camino a las redes. Intentos de Magallán y Carrasquilla al 25’ y 32’ respectivamente, se fueron desviados, como flechas sin rumbo, mientras el equipo canadiense resistía con uñas y dientes.
Ignacio Pussetto no se encuentra
El reloj avanzaba y la presión sobre los auriazules aumentaba. Tan solo unos instantes antes de que el árbitro indicara el final del primer tiempo, un llamado al VAR cambió el viento: en el 45+2, marcó penal a favor de Pumas tras una falta de Herdman sobre Bennevendo. Con Cavalry reducido a nueve jugadores, era el momento perfecto para que los felinos cobraran una ventaja.
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Sin embargo, las esperanzas azules se convirtieron en un grito ahogado cuando Marco Carducci se transformó en el héroe inesperado, deteniendo el penal ejecutado por Pussetto. Aquél instante desató la frustración en el Olímpico, que veía como el primer tiempo terminaba con un Pumas insistente pero sin efectividad, mientras el nueve del Cavalry resistía el empate como guerreros al final de una batalla.
