El corazón de Racing volvió a latir en un ritmo inusitado, como un tamborileo frenético y ansioso en el Cilindro de Avellaneda. Gustavo Costas, el director técnico con alma de hincha, no se guardó ni dejó pasar la oportunidad de expresar su desilusión con la inocencia propia que aqueja al equipo. ¡Ay Racing, siempre hay una de cal y una de arena! Esta vez, lo dulce se tornó amargo al recibir una chicana que dejó más de una ceja levantada entre los racinguistas.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Un partido de película
En una tarde de fútbol que prometía ser puro espectáculo, los de Avellaneda parecían tener todo bajo control. Pero cuando el destino quiso dejarlos con las manos vacías, Costas no dudó en señalar que «nos falta malicia en el último tramo». Las tribunas rugieron con el alma mientras el balón corría, ¡clink caja!, pero el juego limpio no siempre paga con goles. Los muchachos de Racing tejieron jugadas como quien trama crochet con destreza, sin embargo, el arco rival parecía hechizado, como si el destino les jugara a las escondidas.
Las decisiones que cambiaron el juego
Uno de los momentos más electrizantes del encuentro llegó en el minuto 75, cuando una pelota cruzada, digna de un prestidigitador, terminó siendo un imán para los guantes del arquero contrario. Fue un «¡uy!» colectivo de toda la hinchada. Y Costas, desde la línea de cal, se retorcía como un tango malherido por la melancolía. “Nos falta ser más vivos”, sentenció con un gesto que decía más que mil palabras al final del partido.
La chicana que encendió las bocas del lobo
La peor patada al corazón vino con una chicana que sacudió al técnico celeste y blanco. Como un trueno en plena tormenta, las palabras del rival hicieron eco: «A Racing le falta crecer mucho, los veo verdes». Al DT no le quedó otra que mostrar la resiliencia típica del hincha de alma, respondiendo con la autoestima que transforma críticas en combustible para el alma racinguista. ¡Boom! Sonó tan fuerte como un gol hazañoso.
Este Racing, que aunque a veces parezca flaquear en su camino hacia la gloria, sigue demostrando que el fervor de su hinchada es el viento bajo sus alas. Porque en el fútbol, como en la vida, siempre habrá segundas oportunidades para volver a rugir desde el alma.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Vamos, Academia, siempre hay revancha en el horizonte. ¡Que se prenda fuego el Cilindro!
