El destino del astro neerlandés Memphis Depay ha tomado un giro inesperado. En una decisión con peso de martillo de juez, el Tribunal Penal de Mónaco le ha condenado a cuatro meses de prisión suspendida. La razón: aquel amanecer de agosto, Depay, cual estrella fugaz, conducía su reluciente Rolls-Royce bajo los efectos del alcohol. Aunque el fútbol roza la tragedia, esta vez, el arquero de la justicia le ha dado una tregua, ya que no pisará la celda a menos que rompa las condiciones de su sentencia suspendida.
Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Una madrugada para el olvido
En los primeros destellos del día, y específicamente el 6 de agosto de 2024 a las 5:30 a.m., el ídolo del balón fue capturado por las luces azules de la policía en Mónaco. Con su conducción errante, cual balón sin rumbo, fue interceptado al mostrar un nivel de alcohol en su aliento de 1,01 mg por litro de aire, lo que se traduce en más de 2 g por litro de sangre. Sin duda, un penalti emocional para él y una lección que ahora deberá redimir.
Consecuencias en el tablero de la vida
Seis meses han pasado desde aquel evento y la sentencia del tribunal ha caído, corta pero contundente: una prisión en suspensión de cuatro meses, una multa de 9.000 euros y dos años sin poder sostener un volante en el Principado. Con el tiempo corriendo en su contra, tiene dos semanas para apelar la decisión. Pero la espada de Damocles de la prisión se mantendrá alejada, siempre y cuando respete las condiciones impuestas.
Depay: El renacer en Brasil
Lejos de los tribunales y las sombras de Mónaco, Depay deslumbra ahora en tierras brasileñas. Con la camiseta del Corinthians, el exjugador de clubes como Manchester United, Atlético de Madrid, PSV, Lyon y Barça, se ha convertido en un pilar fundamental. El pasado sábado, fue parte crucial en la victoria 2-1 ante el Esporte Clube Noroeste. Desde su llegada a Brasil, ha dejado su huella con siete goles y una asistencia en 11 partidos ligueros. La samba del fútbol resuena más fuerte con Depay en el campo, iluminando el verde césped con su destreza y pasión.
La historia de Memphis es un recordatorio de que en el fútbol, como en la vida, se puede aprender de los obstáculos, y el arte de la redención está al alcance de aquellos que se atreven a cambiar su destino.
Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
