Una verdadera tormenta ha estallado en el mundo del fútbol chileno, teniendo como protagonistas al delantero Ignacio Jeraldino y al presidente de Audax Italiano, Gonzalo Cilley. El ariete no se guarda nada y acusa que el cuadro itálico intentó quedarse con el 50% de su pase y, en consecuencia, bloquear su transferencia, lo cual lo tiene amarrado al banco sin poder ver acción en la cancha.
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«De una me dice que no voy a jugar en todo el año, no estaré citado y que no jugaré los amistosos tampoco», declara un Jeraldino visiblemente frustrado, apuntando directamente al dueño de Audax y a lo que percibe como represalias por su actitud.
El apoyo incondicional de sus compañeros
Pese al torbellino de acusaciones, el vestuario del Audax no se queda callado y es Leonardo Valencia quien se adelanta al micrófono, mostrando total respaldo a su compañero. «Lo de Jeraldino es un tema con el presidente,» expone Valencia sin tapujos.
Al más puro estilo de un líder, añade: «Nosotros estamos con Jera. Es un jugador importante, el goleador del equipo del año pasado que aportó mucho.» El sentimiento de camaradería es palpable y Valencia no duda en expresar su deseo de que el imbroglio se resuelva prontamente, resaltando la falta que hace el goleador en el equipo.
La postura cauta del entrenador Ribera
Frente a este enredo, el DT del Audax Italiano, Juan José Coto Ribera, opta por un planteamiento más reservado. Él señala que la controversia se escapa de sus manos, aunque en los entrenamientos el respeto hacia Ignacio es evidente. «Es un tema que excede a mí y prefiero manejarlo en la interna con nuestro cuerpo técnico y jugadores», explicó.
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Ribera, como un técnico calculador que espera al momento preciso para mover sus fichas, prefiere mantener los detalles bajo llave, fuera del ojo público. «Me parece que es mejor dejarlo en privado,» concluye, reafirmando que, aunque el asunto esté fuera de su control, Jeraldino es un jugador valioso y respetado dentro del plantel.
En este complejo entramado entre balones y pactos detrás de las cortinas, los seguidores de Audax y los amantes del fútbol chileno esperan con ansias que el fuego se apague y que el estadio vuelva a ser el lugar del diálogo donde Jeraldino pueda responder con goles. ¡El fútbol es pasión, y en este caso, drama puro!
