Barracas Central sigue en racha y se trepa a la cima del campeonato. En un partido vibrante, el "Guapo" sorprendió a todos y le propinó otra estocada a un Aldosivi que no encuentra el rumbo y acumula cuatro derrotas en fila. El ambiente en el Estadio Claudio Chiqui Tapia estaba al rojo vivo, lleno de fanáticos ansiosos por ver a su equipo dar un nuevo golpe sobre la mesa.
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Un primer tiempo para la historia
Desde el silbato inicial, Barracas Central mostró su intención de dominar el juego. En los primeros minutos, una jugada brillante de Gonzalo Lazo hizo estallar a la hinchada: tras una serie de toques letales, Lazo se desmarcó y recibió un pase en el área, para definir con una sutileza digna de un artista del balompié. ¡Golazo! El "Guapo" se puso 1-0, y el público deliraba, transformando el estadio en una caldera.
Aldosivi, con la presión de no dejarse llevar por la corriente, intentó responder, pero se topó con un Barracas sólido como una roca. La defensa, liderada por Pérez, parecía un muro impenetrable. Cada intento del "Tiburón" se ahogaba antes de nacer, y los gritos de aliento se confundían con los murmullos de preocupación en las gradas visitantes.
La segunda mitad: un vendaval de emociones
El segundo tiempo fue una montaña rusa. Aldosivi salió con todo, decidido a revertir la situación. Pero los verdes no contaban con la efectividad de Barracas. En un contragolpe feroz, Nicolás Ferreyra deslumbró con su velocidad: desbordó por la izquierda y, como un rayo, asistió a González, quien, con un remate cruzado, amplió la ventaja a 2-0. ¡El estadio estalló de alegría!
Sin embargo, el "Tiburón" no se rindió. Con un espíritu tenaz, lograron acortar distancias gracias a un gol de Martínez, que desató una ráfaga de esperanza entre los seguidores. Pero la alegría duró poco; Barracas tomó el control de nuevo, atacando con furia y consolidando su liderato.
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Un final de infarto
Los minutos finales fueron un verdadero infierno para los corazones de ambos lados. Aldosivi, en su afán de empatar, arriesgó y se lanzó al ataque, dejando espacios que Barracas no perdonó. En un último suspiro del encuentro, Marco Oldoni se encontró solo frente al arquero y, con la clase de un verdadero goleador, selló el 3-1 que dejó a todos con un grito de euforia atragantado.
Con esta victoria, Barracas Central no solo se asienta en la cima, sino que envía un mensaje claro: este equipo quiere quedarse y pelear hasta el final. ¡Bravo, Guapo, bravo! Mientras tanto, Aldosivi, que sigue buscando su identidad, se va con la cabeza gacha, pero con la determinación de que la tormenta pasará. El fútbol argentino nunca deja de sorprender, y la próxima fecha promete ser explosiva. ¡A prepararse que esto recién arranca!
