La superestrella del Barcelona, Lamine Yamal, ha seguido fortaleciendo las comparaciones con el ícono del club, Lionel Messi, después de otra actuación prodigiosa durante el fin de semana. Con solo 17 años, Yamal no deja de asombrar tanto a los aficionados como a los expertos del fútbol.
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Un partido inolvidable contra el Alavés
El FC Barcelona logró una victoria crucial por 1-0 frente al Deportivo Alavés el domingo, una tarea que era fundamental, sobre todo al considerar la inesperada caída del Real Madrid ante el Espanyol. Esta victoria permitió a los catalanes reducir la brecha con el líder de La Liga a tan solo cuatro puntos. En este tira y afloja constante, cada gol, cada jugada cuenta, y así fue como un solitario tanto de Robert Lewandowski, tras una hora de juego, selló el triunfo azulgrana.
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FC Barcelona v Deportivo Alaves – La Liga EA Sports / David Ramos/GettyImages
Explosión de talento juvenil
Ahora bien, el protagonista indiscutible de la noche fue Yamal, quien a pesar de no haber podido incrementar su increíble registro de 15 asistencias en la temporada, rompió un récord establecido por el propio Messi en 2007. Durante el enfrentamiento, Yamal realizó un asombroso número de 21 regates, superando los 20 de Messi hace 18 años cuando enfrentó al Mallorca. El juvenil completó once de estos regates, evidenciando su habilidad eléctrica con el balón.
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El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, no escatimó en elogios: "Lamine es un genio. Lo que ha hecho, en algunas situaciones, es increíble", reflexionó tras el encuentro. "Estoy muy contento de que juegue en el Barça. Es genial". Y es que la presencia de Yamal sobre el verde es como una ráfaga de viento fresco, un soplo de juventud que trae reminiscencias del astro argentino.
Comparaciones inevitables con Messi
Pero el iceberg tiene apenas su punta a la vista. Messi, en su día, un adolescente electrizante, fue capaz de realizar 20 regates completando diez cuando apenas empezaba a saborear el fútbol de los mayores. Y, sin embargo, Yamal ya ha sobrepasado esa marca. Con casi cuatro meses aún por cumplir de sus 17 años, ha jugado 79 partidos y ha logrado acumular 39 goles y asistencias. ¡Esto es jugar al fútbol con mayúsculas!
Se oye por ahí que "es un niño haciendo cosas de adultos", y tal afirmación no está lejos de la realidad. Messi tenía 17 años y cuatro meses cuando debutó con el primer equipo del Barcelona en 2004, y solo había obtenido un gol (sin asistencias) en nueve partidos a esa edad.
Prometedores números desde el inicio
Yamal, por su parte, debutó en circunstancias insólitas, con solo 15 años. Desde entonces, ha sabido hacerse con un espacio protagónico, convirtiéndose en uno de los jugadores más relevantes del Barcelona cuando apenas contaba con 16 años. En la parroquia culé hay un dicho que recorre las gradas: "Quien tiene arte, pronto lo enseña", y Yamal parece haber entendido bien ese estribillo.
Y mientras Messi ya es una leyenda en la historia barcelonista, Yamal está escribiendo su propia epopeya a pasos agigantados. "Para tener 17 años, lo está haciendo muy bien y cada partido es bueno. Y los oponentes no son tan fáciles de enfrentar. Son fuertes, defienden bien, intentan atacarlo, son agresivos, pero lo está haciendo bien. Me encanta", agregó Flick, evidenciando su admiración por el joven talento.
El futuro: ¿Un nuevo líder en el campo?
La ilusión y la expectativa de disfrutar a Yamal en una trayectoria ascendente es el pan de cada día para los fanáticos blaugranas. ¿Será él el próximo líder que necesita el Barcelona para regresar a lo más alto del fútbol europeo? Si es capaz de mantener este ritmo y seguir desarrollándose, tiene todas las papeletas para lograrlo. Esta promesa del fútbol del siglo XXI no deja indiferente a nadie y, conforme avanza la temporada, las apuestas sobre su futuro van a incrementar, trayendo consigo una nueva era de esplendor para el Camp Nou.
A menudo, el fútbol es el arte de lo impredecible, y en el caso de Lamine Yamal, como bien se dice en el mundillo, "esto está que arde". La historia está aún por escribirse, pero el primer capítulo pinta como algo extraordinario. Y mientras tanto, los aficionados solo podemos rezar para que el telón de esta función no caiga nunca.
