Matías Almeyda es un hombre que ha demostrado que el amor por la camiseta trasciende ofertas tentadoras y contratos en papel. Mientras otros técnicos argentinos, como Fernando Gago y Martín Anselmi, tomaron un vuelo a sus sueños en ligas internacionales, el ‘Pelado’ Almeyda se ajustó los botines y decidió quedarse en la cancha que más ama: la de las Chivas de Guadalajara. Un hombre de palabra, fiel y leal, tal como un capitán que se niega a abandonar su barco.
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El amor de Gago y Anselmi en duda
Primero, Fernando Gago se despidió de las Chivas al recibir una llamada del club que habita en su corazón, Boca Juniors. Luego, Cruz Azul se enfrentó a la misma encrucijada cuando su técnico, Martín Anselmi, no resistió la tentación de probar suerte en Europa con una oferta del FC Porto. Su partida fue un golpe inesperado, como un balón que picó mal en el área. Ambos técnicos dejaron un sabor agridulce en los seguidores de los clubes mexicanos que, con razón, se sintieron traicionados.
Los aficionados no olvidan
De inmediato, las decisiones de Gago y Anselmi se convirtieron en tema de debate; algunos aficionados sintieron como si un agujero negro se apoderara de la temporada ya avanzada. Estas partidas súbitas erosionaron la confianza de muchos, siendo considerados traicionados por no cumplir con los contratos firmados.
Matías Almeyda, fiel al Rebaño
Mientras tanto, Matías Almeyda mostró la otra cara de la moneda. Adorado en las Chivas, dejó más que trofeos en la vitrina: dejó un legado de lealtad. Aunque el Leicester City llegó a tentar al ‘Pelado’ en octubre de 2017 con una oferta del tamaño de un elefante, Almeyda se mantuvo firme, declinando cortésmente: «No hace falta que aclare nada, tengo palabra y son cuatro años», afirmó con firmeza. Sus palabras retumbaron en el estadio como un gol de último minuto.
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Un césped lleno de tentaciones
No solo fue tentado por los Foxes; la Selección de Chile también intentó seducirlo para liderar su escuadra. Sin embargo, Almeyda, con la camiseta bien puesta, rechazó avanzar hacia nuevas tierras, optando por continuar su compromiso con las Chivas en la Perla Tapatía.
Al final, su tiempo con el Rebaño no se extendió hasta el 2020 como se esperaba; en 2018, Almeyda dejó las Chivas para embarcarse en nuevas aventuras con los San José Earthquakes en la MLS y luego en AEK de Atenas en Grecia. Eso sí, siempre de manera correcta, pues sus nuevos compromisos los asumió una vez desligado de las Chivas y de la Liga MX.
Cruz Azul invirtió casi 70 millones en fichajes pedidos por Martín Anselmi.
Con esto, queda claro que Matías Almeyda es un ejemplo de compromiso hacia sus colores, demostrando que, en un mundo donde el dinero puede mover montañas, algunos corazones permanecen inquebrantables a su pasión por el fútbol y su lealtad a los equipos.
