Las Águilas del América desbordaron alegría y celebraron su Tricampeonato en el icónico estadio Azteca, un evento que se convirtió en una auténtica fiesta. Sin embargo, como es habitual en el vibrante mundo del fútbol mexicano, las controversias no tardaron en aparecer durante la celebración, donde los cánticos y las provocaciones fueron protagonistas, especialmente dirigidos a su eterno rival, las Chivas de Guadalajara.
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Un grito que retumbó en el Azteca
En los momentos culminantes de esta celebración, el ambiente se encendió aún más cuando, desde los altavoces del estadio, resonó una voz masculina que no dejó a nadie indiferente: “A chingar a su madre las Chivas”. Según reportes, este controversial grito provino de un jugador que ha llegado recientemente al América, aunque el nombre del responsable aún está en el aire.
¿Fue Cristian «Chicote» Calderón?
Muchos speculan que el autor de esta declaración provocadora fue Cristian “Chicote” Calderón, quien ya tiene antecedentes de lanzar dardos hacia su exequipo, el Rebaño Sagrado. Durante la celebración tras la victoria contra Rayados de Monterrey, también se le escuchó entonar una canción icónica de las Chivas, mostrando que las rivalidades en el balompié azteca son tan candentes como siempre.
Cruz Azul: el invitado sorpresivo
No conforme con solo dirigirse a sus archirrivales, los aficionados americanistas también manifestaron su agradecimiento a Rodolfo Rotondi, estrella de Cruz Azul, al corear su nombre durante la fiesta. El sudamericano ha tenido un papel crucial en la conquista de los títulos recientes del América. Recordemos que fue él quien cometió el penalti que Israel Reyes sufrió en la Final del Clausura 2024, lo que permitió que Henry Martín se convirtiera en héroe y firmara el bicampeonato azulcrema.
Asimismo, en el siguiente torneo, Rotondi fue parte de otra jugada clave al cometer un penal sobre Erick Sánchez durante las Semifinales del Apertura 2024, acción que preparó el terreno para el gol decisivo de Rodrigo Aguirre y catapultó a las Águilas a otra final victoriosa.
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Sin duda, la celebración del Tricampeonato no solo fue un despliegue de felicidad, sino un recordatorio del gran calor que genera la rivalidad en el fútbol mexicano. Las Águilas supieron aprovechar la ocasión para no olvidar a sus competidores, dejando claro que el alma del fútbol va más allá de los trofeos: está en la pasión de sus aficionados y en las eternas rivalidades que electrizan cada encuentro.
