En un reciente partido donde Cruz Azul se enfrentó a Juárez, el comentarista Christian Martinoli desató su furia en plena transmisión, y no fue por la actuación de los jugadores en la cancha, sino por un tema que encrespó su ánimo. Durante la transmisión, Martinoli reveló que el departamento de comunicación de La Máquina había cancelado de manera abrupta una entrevista programada con Luka Romero, el flamante refuerzo del equipo, todo por un incidente relacionado con Giorgos Giakoumakis.
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Fue en esa atmósfera tensa donde un corresponsal lanzó al aire la bomba: la decisión del club de echar marcha atrás a la entrevista con Romero, debido a que Giakoumakis había participado previamente en otra charla con el programa de TV Azteca “Los Protagonistas”. Este hecho provocó el descontento de los directivos celestes, quienes, al parecer, no estaban contentos con la aparición del griego en la pantalla.
En ese momento, Martinoli no se contuvo y criticó la situación: “Lo que pasa es que hoy en día, generacionalmente somos de otra forma, Doctor. Nosotros podemos hablar con un jugador que quiera dar una entrevista, pero internamente, en el club se complica. Así que, para justificar su trabajo, algunos lo hacen cancelando entrevistas. La afición del azul estuvo encantada de que tuviéramos a Giakoumakis en el estudio, ¡querían escucharlo! Habló español con nosotros, ¡qué mal la prensa de Cruz Azul, qué mal!”, expresó con un tono de indignación que resonó entre los aficionados.
La Máquina, mientras tanto, ha tenido un inicio para el olvido en el Torneo Clausura 2025. Luego de un empate agónico contra Atlas (1-1) en la primera jornada, cayeron 0-1 ante Juárez, lo que está comenzando a encender las alarmas en el búnker celeste.
El reto para el técnico Anselmi crece como la espuma, ya que con la llegada de nuevos talentos como Orozco Chiquete y Luka Romero, la presión para obtener resultados instantáneos se transforma en un torrente de dudas y expectativas. La afición, ferviente y apasionada, espera respuestas urgentes en el corto plazo, mientras el destino del estratega pende de un hilo cada jornada.