Golpe de efecto crucial en la contienda por fichar a Marcus Rashford en este mercado invernal. El Milan, uno de los gigantes del fútbol europeo, se ha visto obligado a frenar su interés tras un inesperado giro en el mercado que complicó la operación. Un revés en toda regla que deja al Barça respirando un poco más tranquilo. Sin fichas disponibles, el club de Ibrahimovic ha quedado sin maniobra, y es que todo ha sucedido al compás de los problemas de Noah Okafor. El delantero suizo estaba listo para unirse al Leipzig cedido hasta el final de temporada. Sin embargo, donde todo parecía atado y bien atado, una revisión médica fallida por problemas físicos truncó el plan.
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El movimiento inesperado
Como agua que se escapa entre los dedos, el Leipzig dio un giro al emitir un comunicado en el que señalaba que la incorporación de Okafor no se materializaría debido a unos problemas musculares en sus gemelos. Estos problemas lo mantendrán alejado de los terrenos de juego por aproximadamente dos semanas, motivo suficiente para que el Leipzig se mantenga al margen de su llegada.
Oferta en el horizonte
La Gazzetta Dello Sport adelantó detalles de la propuesta del Milan al Manchester United para conseguir a Rashford. Se habla de una cesión sin opción de compra, donde el club de Ibrahimovic estaría dispuesto a cubrir la mitad del salario del delantero, una cifra cercana a los siete millones de euros netos. Sin embargo, sin la salida de un jugador en el Milan, el Barça ve despejado su camino para intentar convencer al ariete inglés de vestir sus colores hasta el final de temporada. Rashford anhela competir en un equipo con aspiraciones de levantar trofeos, lo que le daría más puntos al conjunto dirigido por Flick.
Últimos compases del partido
A pesar del contratiempo de Okafor, en Italia se rumorea que el hermano y agente de Rashford podría desplazarse hasta Milán para evaluar si todavía existe una vía de escape. Ibrahimovic intentará encontrar esa ficha necesaria para mantener vivas sus opciones en esta batalla por Rashford. La última palabra aún no está dicha y, como en una final apretada, todo puede cambiar hasta el pitido final.
