Mucho cambió en la vida de Rafael Dudamel en los últimos días… O bueno, tal vez no tanto. Este sábado, el experimentado entrenador venezolano se coronó campeón de la Liga Betplay por segunda vez. Sin embargo, esta vez tiene el sabor especial de ser el responsable de la primera estrella de su amado Atlético Bucaramanga. ¡Un logro para la historia!
Rótulo de campeón para el extranjero que entendió el fútbol colombiano
El venezolano ha demostrado que está hecho para el modelo del fútbol colombiano, que entiende la manera de competir en la complejidad de los dos torneos al año y que es un DT con una estructura de trabajo muy identificable. Sus patrones estratégicos se repiten tanto en el equipo leopardo como en el Deportivo Cali, donde también dejó una huella imborrable.
Experto en momentos difíciles
Dudamel llegó el primero de diciembre de 2023 al Bucaramanga tras una época convulsa, provocada por la salida de Alexis Márquez y los interinatos de Ramoa y Zapata. Así también había llegado al Cali en 2021, para reemplazar a un Alfredo Arias que se había quedado fuera de los ocho con 9 unidades de 18 posibles.
Muralla defensiva e impulso juvenil
El DT campeón de Liga estructura sus equipos primero desde la defensa, tal vez una herencia de su historia como exitoso portero. En Bucaramanga implementó un esquema fijo de tres centrales y dos laterales, respaldados por un arquero de garantías como Aldair Quintana, quien probablemente fue la máxima figura del título.
- Equipo con menos goles encajados: 16 en todo el torneo
- 10 en el todos contra todos
- 3 en cuadrangulares
- 3 en la final contra Santa Fe
- 16 vallas invictas, 15 con Quintana en el arco
En el Cali, su esquema era más un 4-2-3-1 para integrar todas las opciones en defensa, con un sistema estructurado que contaba con Guillermo de Amores como prenda de garantía y centrales como Marsiglia y Menosse, que aportaban juventud y experiencia. Esa fórmula se repetía en otras posiciones, con jugadores como Colorado, Andrés Balanta (QEPD) o Preciado alternando con Teo Gutiérrez, Ángelo Rodríguez, Angulo y hasta Ortega.
¡Y cómo no! Bucaramanga también supo equilibrar bajo la guía del DT a jóvenes como Juan Camilo Mosquera (21 años), Joider Micolta (21), Jhon Córdoba (23), Jean Colorado (23), Carlos Romaña (24) y Daniel Mosquera (24) con veteranos como Fabián Sambueza, Hinestroza, Carlos Henao y hasta Quintana. Este balance de experiencia y juventud marcó la diferencia.
Motivación que traspasa barreras
«El profe ha cerrado esa línea que hay entre técnico y jugador y la ha abierto como si fuéramos amigos… He tenido buena comunicación con el profe Dudamel, desde que llegó he tenido esa confianza de poder hablar», decía Michael Ortega cuando lo dirigía el venezolano.
«Maneja muy bien el vestuario, eso es fundamental. Aquí hubo una conexión entre todos y Rafa supo cómo manejarlo. Nunca lo he escuchado regañar a alguien de una forma fea; todo es un aprendizaje y esa es la clave. Es más humano que entrenador», comentaba hace unos días un emocionado Sambueza.
Sobra decir que el manejo emocional de sus dirigidos tiene efectos directos en los resultados. No hay duda: a Sambueza en Bucaramanga y a Teófilo Gutiérrez en el Cali los tomó descartados de clubes más grandes y los convirtió en figuras del FPC. ¡Algo debe tener este hombre!
Idea de juego clara y efectiva
Lo otro que es muy identificable en el nuevo campeón de Colombia es la manera cómo hace uso de la juventud y la experiencia, apoyándose en una sólida defensa y dando libertad a los atacantes. Jean Colorado, Jhon Córdoba, Daniel Mosquera y Fabián Sambueza, director de orquesta, siempre tuvieron la libertad y confianza para ganar partidos cruciales contra rivales más exitosos.
De la misma manera, en el Cali, Teo, Preciado y Ángelo Rodríguez siempre tuvieron minutos y fueron pilares en ataque, apoyados por otra ficha clave como Jhon Vásquez, extremo veloz por derecha.
Así es Rafael Dudamel, un estratega que, con su trabajo y dedicación, ha logrado conquistar corazones y victorias en el exigente fútbol colombiano. ¡Felicitaciones, profe Dudamel, por ese título eterno para el Atlético Bucaramanga!