Para este mercado de invierno, la incertidumbre abraza a Favio Álvarez, un futbolista que alguna vez llenó de esperanza a los aficionados de los Pumas de la UNAM bajo el mando de Andrés Lillini. Su carrera, que brilló como un cometa fugaz en el firmamento universitario, hoy se encuentra en una encrucijada, sin equipo para el inicio de 2025.
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De promesa a enigma: El viaje de Favio
Desde junio de 2022, los Pumas lograron extender el horizonte de Álvarez, desprendiéndose de su carta hasta principios de 2024. Hablamos del carismático «Firulete» argentino, quien con 31 años debe navegar mares inciertos en busca de un puerto futbolístico que lo reciba con los brazos abiertos.
Llegada a Pumas desde la MLS: Una historia de altibajos
Tras un año en las filas de CA Lanús en Argentina, la cortina cae para Álvarez con su liberación del plantel dirigido por Ricardo Zielinski. Desde su arribo a Pumas en calidad de préstamo al inicio del 2020, el mediocampista argentino fue un titán en el campo para el conjunto Felino, obteniendo el honor de lucir el dorsal ’10’. Guiado por Michel y posteriormente por Lillini, su papel fue esencial durante sus primeros pasos en el balompié mexicano.
El ineludible adiós a los Pumas
Álvarez, en sus días de gloria, llegó a ocupar el corazón de los universitarios con un boleto de oro que costó 1.7 millones de dólares al Atlético Tucumán. Sin embargo, la llegada de Eduardo ‘Toto’ Salvio desde Boca Juniors fue el cambio de mareas que empujó a Favio a dejar Ciudad Universitaria en 2022. Así comenzaron sus travesías por Talleres de Córdoba, Colón de Santa Fe y finalmente Lanús.
Las cifras no mienten: Un legado en Pumas
En su trayecto con los Pumas, Favio disputó un total de 85 encuentros, dejando su huella con siete goles y ocho asistencias. Aunque las finales de la Liga MX del torneo Guard1anes 2020 y la Liga de Campeones de la Concacaf 2022 se escaparon como arena entre los dedos, su contribución dentro del campo sigue siendo recordada con añoranza por la afición universitaria.
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Es así como Favio Álvarez, aquel que una vez fuera baluarte de los Pumas, hoy busca encender nuevamente el faro que guíe sus pasos en el siempre incierto sendero del fútbol profesional. Sin lugar a dudas, la pelota sigue rodando para él, con la esperanza de encontrar el hogar que lo acoja e impulse hacia nuevas hazañas.
