La organización de la Supercopa se está convirtiendo en un verdadero «culebrón», tal como ocurrió en la edición 2024. En esta ocasión, el escenario del esperado duelo entre Colo Colo y Universidad de Chile aún permanece en el aire. Todo indica que la fiesta del fútbol chileno se trasladará a La Serena, pero las condiciones bajo las que se jugaría están causando revuelo.
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Restricciones que no dejan a nadie indiferente
Las autoridades de la cuarta región han planteado medidas insólitas, y la periodista de ESPN, Andrea Hernández, ha sido la encargada de poner el dedo en la llaga. La capacidad del estadio, que inicialmente se pensaba para 12 mil hinchas, se vería mermada hasta cerca de 7 mil espectadores. ¿La causa? La solicitud de cerrar el sector Andes para este vibrante encuentro.
Polémica por medidas drásticas
Pero eso no es todo, para añadir más sal a la herida, parece que los pocos afortunados que conseguirán un boleto serán exclusivamente locales. ¡Así es! Si tenías pensado viajar de otras partes del país, lamentablemente te quedarás con las ganas de alentar desde el estadio.
Motivos tras bambalinas
El delegado presidencial de Coquimbo, Eduardo Alcayaga, salió al paso para explicar estas decisiones que parecen más una novela que un partido de fútbol. Con un tono que intenta justificar la controversia, señaló: “Nuestra prioridad es la seguridad de la ciudad y el óptimo desarrollo de La Serena”. Con un lenguaje que parece aplicarse más a una estrategia defensiva que a la pelota en la cancha, agregó: «Los hinchas deberán ser 100% locales para evitar caos y garantizar la paz ciudadana».
Sin duda, estas decisiones son un autogol en el corazón de la fanaticada nacional, que tendrá que seguir el desenlace desde lejos. ¿Qué sorpresas nos deparará finalmente este esperado choque? Solo el tiempo lo dirá. ¡Que ruede la pelota!