La trayectoria de los futbolistas a menudo está llena de sorpresas, y Eduardo Azañero Macedo es una prueba viviente de ello. Con tan solo 24 años, este joven arquero, que solía custodiar el arco en equipos del emblemático torneo de Copa Perú, ahora tendrá la oportunidad de mostrar su talento en las brillantes luces de la Liga 1, con el equipo del ADT de Tarma. Esta emocionante mudanza le abrirá también las puertas de la Copa Sudamericana 2025, donde buscará consolidarse como una pieza clave del ‘vendaval celeste’.
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El ascenso meteórico de Azañero
El talento innato de Azañero bajo los tres palos se hizo evidente durante la Copa Perú 2024, donde fue un auténtico bastión de seguridad para el Fútbol Club Cajamarca. Su agilidad y reflejos felinos dejaron boquiabiertos a muchos, ayudando a su equipo a llegar hasta la final del campeonato. Sin embargo, aunque el ‘azul y oro’ no logró coronarse campeón tras caer en la pelea por el título ante EGB Tacna Heroica en una dramática definición de penales, el subcampeonato le garantizó al FC Cajamarca un pase a la Liga 2.
Un nuevo desafío profesional
Pero el destino tenía reservado un giro más espectacular para Azañero. En lugar de continuar con los suyos en la Segunda División, fue fichado por ADT, quien vio en él la solución a sus necesidades en el arco de cara a la próxima temporada en la élite del fútbol peruano. «Desde chico soñé con jugar en la Liga 1. Trabajé duro y ahora estoy aquí», comentaba Azañero sonriente y lleno de esperanza al momento de ser presentado en Tarma.
Aventura internacional a la vista
La emoción no se detiene allí. ADT ha conseguido uno de los codiciados cupos para la Copa Sudamericana 2025, lo que proporcionará a ‘Edú’ la valiosa oportunidad de foguearse a nivel internacional. En marzo, el equipo tarmeño se medirá en un estadio neutral en Huancayo contra Cienciano en un choque que promete intensidad y pasión, y el joven arquero está decidido a ser protagonista.
Preparativos para una temporada prometedora
El técnico Carlos Desio, consciente de los retos por venir, ha iniciado intensos trabajos de pretemporada, buscando afinar cada detalle táctico. A su elenco se han sumado refuerzos de calidad como Juan Morales, Ademar Robles y Carlos Cabello, entre otros, formando una escuadra que aspira a dar sorpresas tanto en el ámbito local como internacional.
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Azañero es consciente de que brillar en el exigente ámbito profesional no será tarea fácil. Sin embargo, si algo ha demostrado hasta ahora su travesía desde las categorías inferiores es su capacidad para enfrentar los desafíos con determinación y pasión. Como recordarían algunos fieles seguidores, «el fútbol es una caja de sorpresas», y Azañero parece estar listo para ser parte de la próxima gran historia del fútbol peruano.
