El León ha decidido echar toda la carne al asador para el Clausura 2025. Bajo la batuta de Eduardo Berizzo, el equipo ha iniciado el mercado de fichajes con la firme convicción de convertirse en un contendiente destacado de la Liga MX. Hasta el momento, los «Esmeraldas» han reforzado sus filas en todas las posiciones, pero son dos de sus nuevas incorporaciones las que están causando revuelo debido a sus interesantes trayectorias con la Selección Mexicana. ¡Descubramos de qué se trata!
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El retorno de Carlos Cisneros
En un movimiento que podría describirse como un gol desde media cancha, Carlos Cisneros se une a las filas del León. El talentoso mediocampista, quien perdió protagonismo en el rebaño sagrado de Chivas, llega con cinco títulos en su haber y el deseo firme de recuperar su brillo. Como un fénix que resurge de sus cenizas, Cisneros anhela demostrar su valía en el conjunto esmeralda y volver a deslumbrar con su juego.
Erick Aguirre y su travesía dorada
Por su parte, Erick Aguirre ha firmado con el León como uno de los fichajes más llamativos del torneo. El exjugador de Pachuca que en su momento fue la cometa iluminada en Monterrey, busca reencontrarse con su mejor versión bajo la dirección de Berizzo. Aguirre no solo aporta su talento en el campo, sino también una historia interesante: en su trayectoria, tuvo la oportunidad de ser parte de la Selección Mexicana en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, llevándose la medalla de bronce, cual un guerrero indomable.
Una conexión olímpica
Ambos jugadores, Cisneros y Aguirre, llevaron en alto la bandera de México en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Aunque aquel torneo terminó en la fase de grupos con Raúl ‘Potro’ Gutiérrez al mando, el impacto de estos futbolistas quedaría grabado en la memoria. Ahora, el destino los reúne nuevamente en León, buscando una sinergia que esperan se traduzca en éxitos y emociones para su afición.
En León, la expectativa es que con estos refuerzos, el equipo logre subir al tren de los protagonistas. La afición espera con ansias que la conexión entre estos talentos y el resto de la plantilla sea como la melodía de un mariachi, afinada y poderosa, en busca de la gloria en la próxima campaña. ¡Nada está escrito y el balón está en juego!